‘La fantástica de Lavapiés’, el paraíso del aperitivo

Es el más veterano de este listado. La Fantástica de Lavapiés abrió sus puertas en el verano de 2015, poco después de que Ana del Amo encontrara este local casi por casualidad. En él se ubicaba el antiguo bar La Peña y tenía todo lo que ella buscaba. Tanto, que fue el único que vio; cuando lo encontró, no miró más. Ana ya tuvo una taberna que cerró en el 99; desde entonces, comenzó a trabajar en otros sectores que nada tenían que ver con la hostelería, pero después de quedarse en paro en 2014, decidió volver a probar suerte con un bar. Siempre tuvo muy claro que quería abrir una taberna de las de toda la vida, un lugar modesto, sin ínfulas ni pretensiones. Una taberna como las que a ella le gustan, donde el camarero te conoce, donde siempre te ponen tu tapita con la caña, en definitiva, donde te cuidan y te sientes a gusto. Y se nota que lo ha logrado, porque en los dos años que lleva abierta ya cuenta con una clientela fiel, además de la ocasional de los fines de semana. Entre ellos hay tanto gente mayor del barrio, que suele pasar por allí a tomar el aperitivo al mediodía, como gente más joven, que va más por las tardes y las noches.

Aquí encontrarás todo lo que irías a buscar a tu bar de confianza: cañas bien tiradas, vermú –el de la casa es el madrileño Zecchini, aunque cuentan con algunas variedades más–, vinos y, por supuesto, algo de picar. El sello de La Fantástica es que todo se hace allí, todo es casero. Su aperitivo estrella son las patatas revolconas, que la gente pide con bastante frecuencia, y que además de poder tomarse en ración o cazuelita, muchas veces también se sirven como tapa que acompaña a la bebida de turno.

Lo mismo ocurre con sus guisos y pucheros cuando llega el frío, o con su gazpacho y su salmorejo cuando aprieta el calor. Entre sus cazuelitas, pensadas para una sola persona o para compartir entre dos, triunfan las de papas arrugás o la de choricitos al vino; entre las raciones –o medias raciones–, las de anchoas y sardinas ahumadas o el pisto casero. Además, también tienen embutidos o queso en aceite, y una surtida oferta de tostas –las que más éxito tienen son la de aguacate, tomate y jamón de pato o la de pesto, queso brie y tomate seco–. A la hora de cocinar, también piensan en los vegetarianos y los veganos, y siempre tienen opciones para ellos.