‘La playa de Lavapiés’ ya no es una ilusión
Hasta el momento la playa de Lavapiés era solo una ilusión, un divertido montaje fotográfico para postales promocionales del barrio. Sin embargo, esta quimérica idea ha cobrado ciertos visos de realidad gracias a la iniciativa de dos amigos y entusiastas de Lavapiés, Guilleame (francés) y Stéphane (español con ascendencia francesa), que se han propuesto traer un trocito de playa a -no podía ser otro sitio- la calle Argumosa, también conocida en el barrio como ‘el paseo marítimo’.
Para ello ha sido fundamental la ambientación del local: suelo de cemento que simula la arena del mar, barra de madera idéntica a la de los chiringuitos, techos cubiertos de cañizo y sillas de playa de distintos tamaños y colores. Un singular interiorismo -el impacto es mayor si lo visitas en pleno mes de enero- que se completa con intervenciones de artistas de la vecina Tabacalera y un mural donde los visitantes puedan dejar sus mensajes, poesías o deseos. Y como en todo chiringuito, vistas al ‘mar lavapiesero’ desde la pequeña y disputada terraza en la acera de Argumosa.
Las propuestas del bar, en cambio, poco tienen que ver con la costa, y mucho con las costumbres y el carácter multicultural del barrio: cañeo y vinos al mediodía, menú diario a precio módico, tapeo y copas con los vecinos al caer el sol… Y una lista de raciones y platos para compartir muy internacional, en la que comparten espacio especialidades francesas (crêpes, tartar de carne de solomillo), mexicanas (guacamole, quesadillas, ensalada de nogalitos y queso fresco), japonesas (pizarra de makis) o españolas (salmorejo). De noche, y más en el fin de semana, muy aconsejables sus cócteles: caipirinhas y mojitos. Todo dentro de las líneas argumentales de Lavapiés, aunque -se agradece- con un aire mucho más fresco.
*fotos: Yaiza Velázquez
