‘Barco 7, La Burbujería’: restaurante y espacio cultural junto a la Gran Vía
Un lugar que logra reunir sabores del mundo, bebidas espumosas y planes culturales está inevitablemente destinado a triunfar; y más si se encuentra en pleno centro de la capital. A unos pasos de Gran Vía, Barco 7, La Burbujería se descubre como un restaurante informal de jueves a domingo, mientras que el resto de la semana -de lunes a miércoles- actúa como un espacio cultural con gran variedad de cursos y actividades (ajedrez, clubs de lectura, catas de vino…) cuyo objetivo es dinamizar la vida del barrio. Al frente del timón se encuentra el chef Hernán González (Viridiana, Don Giovanni, Oh Bla Bla), reconocido, además, como uno de los tres mejores sumilleres de su promoción por la Cámara de Comercio de Madrid. Junto a su socio Francisco Castro, perfiló lo que ahora es La Burbujería, una idea de negocio creativa, divertida y con una óptima relación calidad-precio.
El espacio multifuncional posee un personal estilo que combina lo retro, lo industrial y lo shabby-chic (maderas sin tratar, sillas de hierro ligeramente desgastado, etc.) Además, en sus paredes se exponen temporalmente fotografías y pinturas de artistas emergentes o noveles. Y como homenaje a los compañeros perrunos de los socios, Panda y Lola, el local cuenta con una pequeña zona dog-friendly para disfrutar de la velada también junto a nuestras mascotas.
En cuanto a su oferta gastronómica, que cambia de forma estacional, se compone de sabrosas recetas viajeras elaboradas con materia prima de calidad. La carta, integrada por una docena de platos a los que se suman diferentes sugerencias del día, incluye entrantes perfectos para compartir, pescados salvajes y carnes de alta calidad.
En el primer capítulo, en el de los entrantes, ya hay algunos platos que se han ganado la condición de inamovibles como las Alitas de brócoli y coliflor con rebozado crujiente o las Bravas “del otro lado del charco” (yuca frita, salsa de tomate al chile chipotle, cilantro fresco y ralladura de lima). Otro de sus must son las croquetas, en concreto, las de Calamar a la parrilla con alioli negro, de Chuleta de vaca madurada y las de Jamón y pollo asado.
En cuanto a las carnes son muy recomendables sus hamburguesas 100% caseras (de ternasco de Aragón o vaca madurada), elaboradas con panes horneados a diario. Tampoco se pueden pasar por alto las Manitas de cerdo, el Secreto y el Costillar de cerdo Duroc asado. Para los amantes del pescado, la Corvina salvaje a la plancha es una opción insuperable. Y para terminar, merece la pena atacar a su Tiramisú al amontillado o a la Bloody cheesecake (tarta de mascarpone, confitura de tomate y almíbar de vodka), dos postres que quitan el hipo.
… Y MUCHAS BURBUJAS
No podemos olvidar el otro pilar fundamental de Barco7, La Burbujería, que explica el nombre del restaurante: las bebidas espumosas. En continua revisión y ampliación, la carta de bebidas del local cuenta con más de 60 referencias. Del total, casi la mitad de la oferta la protagonizan vinos espumosos nacionales (cava, corpinnat y espumosos de calidad, entre otros) e internacionales (champagne, prosecco, Moscato d’Asti, etc.), aunque también se ofrece una variada selección de vinos tranquilos. Para guiar nuestra elección, el comensal encontrará con expertos profesionales que le atenderán de forma personalizada, asesorándole para pedir la etiqueta más adecuada a sus preferencias o platos elegidos.
Para los que prefieran otro tipo de burbujas, la carta cuenta también con una selección de aguas con gas y cervezas.
ESPACIO CULTURAL ‘ATENEO PANDA Y LOLA’
De lunes a miércoles Barco7 La Burbujería se convierte en un punto de encuentro donde madrileños y visitantes de todas las edades pueden disfrutar de un amplio programa de actividades culturales de forma gratuita o a precios simbólicos: Ateneo Panda y Lola. El primer día de la semana habrá propuestas organizadas por la casa: ajedrez, matemáticas para adultos, un club de lectura, clases de armónica, etc. Los martes se cede el local a proyectos interesantes que propongan los propios clientes (las ideas pueden enviarse al email ateneopandaylola@gmail.com). Por último, pero no menos importante, llegan los gastro-miércoles; donde la comida y la bebida toman el protagonismo con pequeños eventos (catas de vino o queso) y talleres sensoriales. Todas las actividades se irán anunciando en la página web de de La Burbujería.
¡Que no se nos olvide! Durante algunas de las actividades realizadas en el Ateneo también se podrán disfrutar algunas bebidas de la magnífica bodega de La Burbujería. No hay mejor excusa.