Definir Eyequitecture como una óptica, un centro de cuidado visual o una tienda de gafas a medida sería quedarse corto, porque en realidad es un concepto totalmente novedoso en Madrid que aúna esas tres cosas y mucho más. Su modelo de negocio llega de Reino Unido y Estados Unidos, donde el estrés de quienes viven pegados a un ordenador obliga a buscar tratamientos efectivos contra las tensiones y los síndromes relacionados con la luz azul.
En el primer piso del número 76 de la calle Serrano, se encuentra esta boutique visual en la que recibir un completo y exclusivo tratamiento de optometría, bienestar y estilo. El equipo de expertas ha aunado sus años de experiencia en el sector con la mejor tecnología para ofrecer su Programa Eye Experience, con el que quieren ‘dar soluciones personalizadas, que los clientes se sientan a gusto y hagan un break en sus vidas en esta óptica spa‘, explica Emily Sarrouf, co-fundadora del negocio.
Esa experiencia única y exclusiva comienza con una revisión ocular completa (también se ve el fondo de ojo) diseñada por Elsa García-Ferreira, la directora clínica del centro. Además de graduar, valora los posibles síndromes relacionados con el estilo de vida de los pacientes. Éstos pueden elegir en el propio centro sus lentes de contacto Mark’ennovy, la única marca que fabrica lentillas blandas a medida, así como diseñar de principio a fin unas gafas (eligiendo el color, material y forma) de la marca Tom Davies, ensambladas a mano en un taller británico. En cuanto a las gafas de sol, cuentan con las de la marca americana Maui Jim, muy admirada entre los especialistas por la tecnología de sus cristales polarizados, que permiten eliminar todos los destellos aumentando la percepción de los colores.
Pero la sesión en Eyequitecture no acaba aquí, sino con un tratamiento détox ocular único. Se trata de un masaje en la zona de los hombros, cabeza y cara, incidiendo en la zona ocular, en el que se combina la técnica oriental del Shiatsu con un masaje facial aromaterápico que ayuda a liberar todas las tensiones. Al estimular el flujo de la sangre hacia la piel, los músculos y los capilares que rodean el ojo, se consigue disminuir las ojeras y los signos de cansancio, además de experimentar una sensación de relajación muy placentera.