‘Pastelería Javier Ramos’, repostería tan creativa como tentadora en Las Letras
En el barrio más artístico y literario de Madrid se encuentra la pastelería creativa de Javier Ramos. Este templo de la repostería moderna ofrece todo un recorrido de joyas dulces de inspiración francesa elaboradas artesanalmente. Además, son amor a primera vista, ¿no crees?
Tras la tienda, se encuentra el obrador en el que se cocina toda la bollería y pastelería de manera diaria, a través de procesos meticulosos y experimentales materializados en un concepto estético y delicioso al mismo nivel. Pasteles individuales, tartas, éclairs, bollería original de mantequilla y postres de temporada inundan el expositor de la bakery shop más top de la ciudad.
LAS DELICIAS CREATIVAS
La inspiración para estas delicias proviene de la naturaleza, del día a día, de la vida en general. Más tarde, se materializan todas esas ideas en productos que son el resultado de un juego de texturas y sabores; de una artesanía muy pura caracterizada por la producción mínima -entre unas 20-25 piezas a diario-, para mantener la riqueza del producto y no explotarlo. Además, cada año, con la llegada del otoño, renueva todo su catálogo de pastelitos, salvo tres de ellos que se mantienen inamovibles para no defraudar a los clientes habituales. Uno de ellos es el El Cuento Ruso, con forma de cúpula rusa y elaborado con bizcocho sacher, mousse de chocolate, fresitas y glaseado de chocolate blanco. Es uno de los best sellers de la pastelería, honor que comparte con El Bosque Encantado (crumble de manzana, bizcocho genovés, confitura de frambuesa y mousse de pistacho iraní) y la manzana de Blancanieves (sablé bretón en la base, manzanas salteadas con vainilla Bourbon, mousse de caramelo y un glaseado espejo de manzana que le da ese brillo que la hace aún más tentadora).
En cuanto a las propuestas de temporada que encontramos en nuestra visita (abril 2022) nos quedamos con Divine (un homenaje al mítico personaje habitual en las primeras películas de John Waters), un bizcocho de genoise con la forma de boca, relleno de crema de maracuyá y mousse de frambuesa y rematado con un glaseado de frambuesa. Y -no podíamos dejarlo pasar- De Madrid al cielo, una nube elaborada con bizcocho genovés y relleno de crema de chocolate con leche, mousse de coco y glaseado de coco.
Todas estas tartas semifrías en miniatura se presentan en el expositor del local, pero también pueden pedirse en versión tarta grande para llevar (siempre cuenta con un número limitado de tartas para los que sientan el impulso de comprar una en ese mismo momento), o hacer un pedido anticipado a través de la web, la opción más aconsejable si tienes capricho de una tarta en concreto y quieres asegurarte que vas a encontrarla.
En la pastelería Javier Ramos, en la calle Moratín, vamos a encontrar también creaciones llenas de arte en forma de bombones, èclaires y otros dulces artesanales. En especial son dignos de mención sus èclaires reversionados como Tanzania, repleto de chocolate negro. Pero también de otros de vainilla, pistacho, chocolate con leche, yogurt, caramelo o café. Así, el maestro pastelero innova y experimenta cada día para poder sacar productos nuevos con distinta forma y nombre de cuento.
Dejando de lado todo ese recorrido de bollería y pastelería, la bakery comercializa -asimismo- algunas de las mermeladas y mieles artesanales con las que trabaja. Y es que, en este universo no existen los precocinados ni congelados, todo se elabora diariamente para mantener los sabores iniciales de los ingredientes y su composición global. Junto a ellas, esta sección se completa con pastas, galletas, palmeritas de chocolate, magdalenas y otras piezas de bollería llegadas de la pastelería de la familia de Javier en Almansa (Albacete).
Si lo que apetece es quedarnos en este edén de la alta repostería para degustar sus pastelitos, tenemos también a nuestra disposición cafés, zumos, tés, chocolates y hasta limonadas caseras y horchata (en verano) que elaboran en el propio establecimiento.
DE APRENDIZ A MAESTRO PASTELERO
El maestro pastelero Javier Ramos, procedente de Castilla La Mancha, llegó a Madrid para cambiar los parámetros de la repostería y elevarla a una comida de dioses, que fusiona estética impecable + sabor incomparable. Y es que toda esa creatividad y saber hacer proviene de su gran formación, cursos y estudios en Le Cordon Bleu de Madrid, donde aprendió las técnicas más avanzadas de la pastelería francesa. A partir de ese momento, comenzó su recorrido por diferentes restaurantes de la capital donde se impregnó de técnica y adquirió experiencia. Ahora la pone en practica en su propio local en el que inyecta esa gran pasión, así como ofrece alta calidad y productos artísticos hacia niveles infinitos.
