‘Lolo’, polos artesanos en Malasaña

Lolo es una pequeña heladería en la que solo se hacen polos artesanos de hielo. Aunque para ser fieles a la realidad hay que decir que no es hielo, sino fruta natural triturada, exprimida y aromatizada con especias y hierbas naturales que, tras su paso por el congelador, se convierte en un helado de palo. Cada uno está inspirado en los sabores de la infancia de Azmina Khanbhai, nacida en India, criada en Tanzania y formada como médico en Inglaterra. Ahora vive en Madrid y está al frente de Lolo, nombre con el que ya se han rebautizado los polos de hielo en el barrio de Malasaña.

Los ‘lolos’ tienen todos los ingredientes para ser un capricho saludable, gracias a su combinación de fruta, especias y agua -alrededor del 10%, lo justo para que pueda congelarse-. Para más señas, solo llevan un mínimo de azúcar añadido en formato almíbar casero, que se hace necesario en algunos casos por la disminución de sensación de dulzor de la fruta tras ser congelada -aunque todo depende de su punto de madurez. En el caso de los helados de leche, más apropiados para el invierno, solo utiliza leche fresca de granja de Madrid. Y todos son aptos para celíacos, por su total ausencia de gluten.

La producción de polos está limitada por el espacio -una singular pizarra colocada en la entrada del local anuncia los sabores del día-, pero ilimitada en la cabeza de Azmina. Ella es quien crea cada una de las recetas a partir de la fruta de temporada que le proporciona su proveedor de confianza. No emplea ningún tipo de conservante ni colorante, solo hierbas aromáticas, semillas e infinitos botánicos para crear fusiones de sabores como el de mango, yogur y cardamomo, nectarina y té verde, pomelo y anís estrellado, pepino y lima, fresas y pimienta, ciruelas y yougur, o limonada con fresa. En cada uno de ellos se percibe su origen indio y africano, sobre todo en el de kulfi indio, azafrán y almendras, un homenaje al postre que le preparaba su tía en Tanzania, y el de aguacate, inspirado en el helado que su madre hacía para las comidas familiares.

Todo, todo, está hecho a mano y a diario por el equipo de Lolo, desde la estampación de la firma en los palos de madera, hasta el envasado de las cajas con helados para llevar. Lo normal es comprar el polo para tomar por la calle, aunque también se pueden saborear en la heladería, ejecutada por Aurelio Teba de Expertos en Obra y decorada en tonos pastel por la interiorista Marta Banús –El Columpio, Le Cocó, Chiringuito de El Señor Martín-, con la colaboración de Eat & Love Studio, quienes ha recreado un ambiente verbenero y luminoso, haciendo de este rinconcito de Malasaña un lugar en el que siempre será verano.

* Fotos Alfonso Ondarroa