‘Mamá Elba’, helados de madre en La Latina

Elba Vallejo, periodista de profesión, siempre quiso tener un restaurante. Así fue hasta que una heladería en traspaso se cruzó en su camino y le hizo cambiar sus planes. Por suerte para todos. Y cuando decimos todos, nos referimos a todos, porque da igual puristas que caprichosos, veganos, diabéticos o celíacos, o simplemente golosos. Mamá Elba, que así se llama su segunda heladería abierta en el barrio de La Latina (Ruda, 15 <M> La Latina) –la primera está en la calle Cea Bermúdez– tiene para todos los gustos. No solo eso, sino que como buena madre que quiere que sus hijos coman sano y bien, se ha encargado de seleccionar sus helados de entre todo lo mejorcito. 

Solo trabaja helados artesanos, seleccionados de entre pequeños productores y heladeros artesanos de tradición, hechos con una base de productos e ingredientes naturales, pero sin obsesiones ni fundamentalismos. Y ya va por los 50 sabores aproximadamente, más las referencias que suele tener fuera de carta para alegría de habituales a su local, un espacio luminoso con ventanales abiertos a la calle que está más pensado para momentos take away que para echar el rato en él. Lo ha decidido así pensando precisamente en el barrio, muy acostumbrado a vivir de puertas hacia fuera, sobre todo cuando llega el buen tiempo. El tiempo de los helados. 

Plátano con dulce de leche, tiramisú, turrón, yogur natural, chocolate, frambuesa, mango, chocolate amargo, mojito, cheesecake, café, chococolate blanco, pistacho, melón, naranja sanguina, mandarina valenciana… Para tomar en tarrina, en cucurucho o para llevar a un precio más que moderado. Además, los precios de los helados no varían dependiendo del sabor o del tipo –sin azúcar, sin gluten, solo de vegetales…–, sino que solo se incrementan en función del tamaño. 

Y como los helados son algo estacional –el frío invierno hace que bajen las ventas, eso es así–, Mamá Elba también sirve cafés y tés de especialidad, batidos hechos al momento a partir de cualquiera de los sabores de la carta de helados, smoothies, granizado de limón y horchata –solo en temporada–. Para acompañar, tortitas y una buena selección de repostería de Un bizcocho para Teo, La Mejor Tarta de Chocolate del Mundo y la cheescake de Tarta de la madre de Cris. 

Productos con procedencia reconocida y seleccionada, como hace cualquier madre que se preocupa por su hijos. Precisamente como Elba, que ha hecho de este negocio un proyecto muy familiar –en el que ya se ha implicado una buena parte de su entorno, desde su pareja y sus hijos a su hermana–, en un ambiente acogedor, cómodo y tranquilo para todo el que lo visita. Casi como cuando uno va a casa de mamá. De Mamá Elba.