Todo apasionado por la decoración puede encontrar en esta nueva tienda de Salesas un rincón para perderse. Decimos rincón, sí, pero lo cierto es que más de 300 metros cuadrados hacen de este lugar un auténtico templo del diseño y del estilo. Así es G69, el macro espacio de la calle Barquillo que ya está atrayendo todas las miradas de los asiduos al barrio.
Géraldine y Cyril Boudarel son la pareja que está detrás de este proyecto. Después de más de dos décadas dedicados a la industria de la moda y de haber viajado y vivido en medio mundo, el matrimonio francés decidió asentarse en Madrid y dedicarse a la decoración, un mundillo que les interesaba pero al que nunca se habían entregado profesionalmente. Como parte de esta aventura, dieron con este céntrico local que llevaba años abandonado y comenzaron la obra que ha dado lugar a G69. Unas obras que consistieron en limpiar capas de historia del local y descubrir sus suelos y las paredes de sus pinturas. Así, este imponente local de más de 350 metros cuadrados tiene partes de suelo con terrazo, otras con piedra, paredes desconchadas, techos altísimos y, en definitiva, un aspecto industrial en el que lucen como nunca sus productos.
Y aquí G69 abre sus puertas para vender mobiliario, cosmética, menaje del hogar, decoración… O, tal y como nos comenta Géraldine, «una selección coherente de las marcas más bonitas». Dentro del catálogo -que nos anticipa va variando en función de lo que Cyril y ella consideren- encontramos piezas de mobiliario exclusivas como mesitas antiguas de firmas que trabajan con piezas únicas o elegantes sillones de diseño de Johannes Anderson. Además, en la tienda también cuentan con unos cuantos exponentes de vajillas y cerámicas variadas entre las que destacan marcas como Serax o Las LozAnas.
Puesto que Géraldine adora el mundo de las velas y las fragancias del hogar, esta es una parte indispensable del negocio, con presencia de marcas como Le Belle Mèche, las originales velas piramidales de Ester & Erik o las exclusivas de Cicerie de Gascogne, entre otras muchas firmas especializadas. Todas ellas son velas de primerísima calidad, con una producción relativamente pequeña y fragancias totalmente únicas y elegantes, a juego con el ambiente que se respira en G69.
Además del ‘embellecimiento’ del hogar, G69 también dedica un pequeño corner al autocuidado con una sección de cosmética natural y complementos, por ejemplo, de joyería. Además, con el paso del tiempo no descartan ampliar su parte de textiles que para algo ellos tienen sobrada trayectoria en el mundo de la moda en París. En esta línea -en la de las vivencias de este matrimonio viajero- G69 también dedica una buena parte a recorrer el mundo a través de su sección de artesanía de diversas procedencias: Escandinavia, Grecia, Israel, Francia, España, Portugal, Bélgica, Túnez y Marruecos.
Una tienda que bebe de diversas experiencias de sus artífices e inspiraciones variadas y así consigue ese halo de buen gusto que nos conquista.