‘Bearbero’, la barbería clásica de La Latina

Algunas modas, como la de lucir una magnífica barba, hace que resurjan oficios que otras tendencias habían llevado a un segundo plano. Por suerte, algunos barberos aprendieron las técnicas de generaciones anteriores y las actualizan en lugares como Bearbero (Embajadores, 10). Una barbería clásica dedicada a los hombres, en un local de ambiente retro, en la que barbas y cabellos se arreglan y cuidan con herramientas y técnicas de toda la vida.

Su carta de servicios, escueta y funcional, ofrece lo necesario para llevar un aspecto impecable: afeitado integral (con toallas calientes y frías, after shave y aceites esenciales), arreglo de barba, corte de pelo y coloración natural sin amoniacos, que resta importancia a las canas pero las respeta. Mario Melgar, el dueño de Bearbero, asegura que sus clientes buscan la calidad del trabajo manual, así como la destreza en el uso de las tijeras y el peine en el corte de pelo. También atiende a muchos ‘nuevos barbudos’ que se han dejado una barba y no saben cómo manejarla. Desde la experiencia, en Bearbero les asesoran sobre la forma más favorecedora y los productos para tratarla, tanto en la peluquería como en casa.

Mario aprendió de su padre, también barbero, las técnicas de peluquería; y continuó aprendiendo como autodidacta, siguiendo las tendencias y los estilos, trabajando primero en casa y después en un pequeño local en Malasaña. Desde junio de 2015, junto a Jaume Martí y Miguel Fernández -que también lucen pobladas barbas, y las camisas de cuadros y tirantes que son el uniforme de Bearbero- dan estilo a cabezas, patillas y mentones en un local de la calle Embajadores, a pocos metros de la plaza de Cascorro.

El local está decorado con auténticos sillones de barbería, enormes espejos, vitrinas de cristal con instrumentos antiguos, altavoces en los que suena música rock, una nevera con cervezas artesanas, sofás de cuero para las esperas -tienen un sistema de reservas en su web pensado para que el tiempo de demora sea mínimo- y un logotipo en el que, como en el negocio, la barba es la protagonista.

*Fotos Álvaro de la Fuente