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Parque Clara Eugenia – Grecia

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En el distrito de Hortaleza se ubica uno de los parques históricos más olvidados de la capital, el Parque de Isabel Clara Eugenia (Valdetorres de Jarama, 1). El recinto, que no tienen nada que envidiar a otros parque de Madrid, pertenecía al duque de Frías y era conocido como el Palacio de Buenavista. La quinta contaba con un mirador, viñedos, estanques, una extensa arboleda, e incluso llegó a albergar una noria.

A partir del siglo XIX el terreno y el palacio fue cambiando de propietarios: primero perteneció a la familia Urzáiz, y más tarde la adquiriría una sociedad de capital francesa. Alrededor de 1950, una sección de estos jardines de estilo romántico se destinó a la construcción de un teatro oval donde en la actualidad ensaya la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, el Teatro Clara Eugenia. Para su construcción, los arquitectos se inspiraron en los modelos neoclasicistas del Albert Speer, arquitecto de cabecera de Adolf Hitler y ministro de Armamento del Tercer Reich desde 1942, de ahí que a muchos no termine de gustar esta construcción. A pesar de ello, no se puede negar el teatro tiene un potente atractivo.

Parque Clara Eugenia - Grecia

A ello contribuye decisivamente su imponente pórtico formado por 35 columnas inspiradas en las columnas griegas de estilo dórico, que consigue transportar a los visitantes a los restos de las antiguas metrópolis griegas que yacen en ciudades como Atenas o Delfos.

El recinto fue rehabilitado en 1988 haciendo que buena parte del antiguo jardín de los duques de Frías se abriera al público como parque de acceso libre, aunque la falta de vigilancia provocó que se destrozaran buena parte de las esculturas y columnas que adornaban el patio-foro. Este era, sin duda, otro de los grandes atractivos del recinto: una plaza también de estilo grecolatino, rodeada de columnas, pensado para la representación de espectáculos y celebración de actividades deportivas. Cuesta creer que se perdieran muchos de los elementos que esta incluía.

Dos décadas más tarde, cuando el parque pasó a depender del Ayuntamiento de Madrid que llevó a cabo obras de rehabilitación, estos restos se colocaron esparcidos a un lado del jardín como elementos de ornamentación. En las obras también se adecuó la pista del patio-foro para la práctica de deportes urbanos, como patinaje o skate, y se incorporó una zona infantil. 

A pesar de esta rehabilitación, pocos esfuerzos se han dedicado al mantenimiento y cuidado de este parque que se puede ver prácticamente abandonado e, incluso como denuncian muchos vecinos de la zona, es poco seguro. Aunque no todo está perdido pues en el verano de 2020 han comenzado nuevas obras de reforma y rehabilitación para mejorar la vegetación y accesibilidad al parque que, según informan, también verá ampliada la zona infantil, contará con un área canina y una zona para jugar a la petanca. Ojalá estos trabajos se devuelvan definitivamente a la vida uno de los parques más bellos y singulares de la capital para que vecinos y madrileños podamos disfrutar de él como se merece.

… Y PARA COMPLETAR EL VIAJE A GRECIA

Comida o cena en Milos (Francisco Silvela, 30), un restaurante que siempre aparece en los primeros puestos de los mejores representantes de la gastronomía griega en Madrid. Por algo será. Tienen variedad de aperitivos típicos como tzatziki, hojaldre de espinacas, queso feta, etc. que, irremediablemente, nos transportarán al país de la península balcánica. En cuanto a los principales, conviene probar su pulpo al carbón, el cordero lechal a la miel o las berenjenas al horno, y si los acompañamos de algunos de los vinos del Peloponeso que con toda seguridad nos sugerirán, mucho mejor.

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