‘La Marquina’, la cocina de una abuela moderna en Lavapiés

*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***

La zona de Antón Martín está en pleno auge y cada vez son más los establecimientos que abren sus puertas en esta zona de Lavapiés. Entre ellos está La Marquina, un bar y restaurante en el que se sirve cocina tradicional, con buen producto de nuestra geografía pero aportándole un toque moderno y divertido. Abajo una barra de bar de siempre, arriba un amplio comedor con ventanales que se abren al barrio. Y así, ¡bienvenidos a La Marquina!

Según nos cuenta Rita García -propietaria junto a su pareja José Miguel Valdivieso de este restaurante-, la idea de establecerse en Lavapiés llegó después de muchos años viviendo y disfrutando de él. Un golpe de suerte hizo que se topasen con este local y así nació este homenaje a la señora Marquina, abuela de José Miguel, una mujer que sigue cocinando en horno de leña y preparando verdaderos manjares. Con la intención de mostrar al mundo su buen hacer, pero dándole a los platos el toque ‘modernete’ que exige el barrio, prepararon una propuesta gastro que, sin duda, sorprende.

La barra que recibe al paseante de Lavapiés nada más entrar está especializada en cervezas artesanas que ellos mismos escogen y varían. Así, aconsejan sobre ellas, igual que ocurre con su carta de vinos en la que también ponen mucho cariño. Pero, sin duda, si hablamos de la parte líquida hay una sección que destaca por encima de cualquier otra y esa son los cócteles; clásicos y de autor, aquí están pensados para tomárnoslos mientras cenamos.

Y hablando de cena, se nos abre el apetito y tiramos de los best seller de la casa, esos que no fallan en prácticamente ninguna comanda. Para comenzar, uno frío: el Pulpo a la vinagreta con yuzu, un claro reflejo de cómo ese plato tan mítico que es el pulpo se puede reconvertir en una receta viajera, ligera y bien fresquita. A continuación, llega a la mesa el que sin duda es el platazo de su carta: el Rodaballo andalusí. Rita nos explica que la familia de su chico procede de Andalucía y que, por ello, parte del producto y las recetas de su carta tienen esta esencia del sur. Así, esta versión del rodaballo nos recuerda al pescaíto frito porque aquí también se come todo, incluida la espina; 100% recomendable. Otra de las mejores opciones es decantarse por alguna de las sugerencias del chef que van variando en función del producto disponible. En nuestro caso, fue el Falso risotto de sepia que sí, resultó un acierto: mucho sabor a mar y ni un grano de arroz. Ahí estaba su secreto.

Y es que todos sabemos que la cocina de una abuela está plagada de secretos que saben a auténtica gloria. Y cómo no, sentados a la mesa de La Marquina por ahí van los tiros…