Vergel de los Granados en el Jardín de las Tres Culturas – Israel
Israel al igual que España son lugares donde confluyeron y confluyen la cultura árabe, cristiana y judía. Esta convivencia de culturas que se ha producido durante siglos ha aportado a ambos países un legado inconmensurable. Para conocer más acerca de estas tres culturas y religiones no hace falta que pongamos rumbo a Jerusalén o Tel Aviv.
Por suerte Madrid alberga en su mapa algunos espacios que honran y celebran esa multiculturalidad. Uno de esos lugares es El Jardín de las Tres Culturas creado en 1992 con motivo de la celebración en Madrid la (fallida) Conferencia de la Paz para Oriente Medio. El diseño es obra de la paisajista argentina Myriam Silber Brodsky, y está situado en el interior del Parque Juan Carlos I, en el distrito de Barajas.
En el jardín, concebido de forma circular, podremos ver una serie de elementos presentes en esas tres culturas para que podamos conocer un poco más sobre ellas, a la ver que pone en relieve esos valores de convivencia y tolerancia tan necesarios en toda cultura. El recorrido se inicia atravesando una pasarela que nos conduce directamente hacia El Paraíso: una plataforma circular elevada, en cuyo centro se sitúa el Árbol de la Vida creado a partir de una plancha rectangular de hormigón en cuya superficie está perforada la silueta del árbol. Otro elemento relevante en este primer tramo es un Monolito con tres cipreses que representan las tres culturas. Sobre ese monolito se encuentran grabados tres textos de poetas medievales citando al jardín del Paraíso: Fray Luis de León, poeta cristiano, Slomo Ibn Gabirol, judío, y Al Maqqari, musulmán.
Ya dentro del jardín encontraremos tres recintos de forma cuadrangular, cada uno dedicado a una cultura y cuyo diseño refleja algunas de las señas de identidad de la cultura que representa. El jardín cristiano es el Claustro de las Cantigas; el árabe, la Estancia de las Delicias y el judío, el Vergel de Granados.
Este último es en el que nos vamos centrar por su vinculación al estado de Israel. El jardín se erige emulando el trazado ortogonal de las ciudades de la antigua Judea. Así, como en la cultura hebrea era tradicional generar un recinto cuadrado, amurallado y con puertas separadas para cada una de las tribus de Israel, todo el jardín se encuentra rodeado de una Muralla que simula estar en ruinas y que funciona como cierre de la ciudad-jardín. Esta simboliza las murallas del templo de Jerusalén y para su construcción se utilizaron piedras auténticas de la zona donada por la Fundación Jerusalén.
La cuadrícula del Vergel de Granados sólo se ve interrumpida por el dibujo de la Estrella de David, el gran símbolo de los hebreos, de cuyo interior surge una fuente de agua que desemboca en un estanque simbolizando la tierra prometida. La vegetación que ha instalado en este espacio es también muy significativa, puesto que todas las especies plantadas en este recinto (granados, cipreses, cinamomos, higueras, almendros o setos de mirto) son de destacada importancia para la cultura judía.
Podrás cruzar las puertas del Paraíso y conocer el Parque de las Tres Culturas todos los días de 07 a 23h.
... Y PARA COMPLETAR EL VIAJE A ISRAEL
Nos movemos a Chueca, donde se ubica Bar Ganzo, un pequeño restaurante donde descubrir algunos de los platos típicos de la cocina israelí. Es más, sus responsables definen este establecimiento como un restaurante kosher -que sigue todas las normas y preceptos judíos en lo referente a la alimentación- donde todos los platos son vegetarianos y solo suena música en hebreo. Allí podremos degustar el Shakshuka, una especie de mermelada de tomate especiada que se cocina durante horas a fuego muy lento, a la que se añaden huevos escalfados y que se hace acompañar de pan de pita para mojar una y otra vez, hasta llegar a rebañar la pequeña sartén en que se sirve. ¡Delicioso!
