Un paseo por lo más nuevo en Chamberí: desde el desayuno a la cena

💳 Cafés, 2,50 – 3,80€

El incontestable éxito de La Gildería en La Latina ha llevado a sus creadoras a repetir la fórmula en Chamberí. Este es un moderno bar de aperitivos que rinde culto a las banderillas, que tienen su propia carta exclusiva con variedad de tamaños e ingredientes. La otra carta, aunque pequeña, guarda bocados poderosos como el Pintxo de bacalao ahumado, el Perrito de txistorra o los Boquerones con vinagreta de vermut. Nota: ninguno de los locales de La Gildería admite reserva, de manera que si te acercas en horas punta es posible que te toque esperar para conseguir mesa.

💳 Platos 2,50 – 17€

Esta es una cafetería-obrador especializada en las míticas american pies, sí, esas tartas que todos conocemos a través del cine pero que era difícil encontrar en Madrid. En este espacio junto al Mercado de Vallehermoso vas a poder tomar una porción de tarta junto a un café de especialidad o pedirlas enteras para llevar. Con una increíble masa hojaldrada y crujiente, vas a encontrarlas de diferentes sabores, muchas con productos de temporada más otras que son inamovibles ya como la Lime Pie (de lima), Blueberry Pie (arándanos) y Choco con coco.

💳 4,5€ porción / 32€ entera

📍 Fernando el Católico, 6

📲 @9lives.madrid

Cookies de tamaño considerable, abundante relleno y sabores increíbles. Son las tres razones por las que Blend Cookies se ha convertido en una de las tiendas de galletas más famosas de Madrid, y también de las más buscadas en las apps de comida a domicilio. Su creador, Steven Moreno, se formó en Le Cordon Bleu de Londres, ciudad en la que después trabajó como jefe de repostería de restaurantes con Estrella Michelin. De ahí que sus galletas estén elaboradas con técnicas de alta pastelería y el mejor chocolate francés, Valrhona. Triunfan la de pistacho y la de miso, ambas con chocolate blanco, y la de dulce de leche salado con chocolate con leche. Todas se sirven calentitas.

Este no es un sitio de dumplings más pues aquí, además de las recetas tradicionales, preparan las populares empanadillas chinas con rellenos de sabores occidentales. A saber: cheese burger, carbonara, lomo adobado o torrezno. Otros, más singulares, se inspiran en platos de otros países asiáticos, como es el caso de los Gamba K-Pop o los Muay Thai (pollo con salsa de cacahuete y cilantro). Hay opciones veganas, sí, y una ensaladilla rusa con bacon bien rica, que sugieren para completar el menú.

💳 Platos 8,5 – 9,50€

Tras triunfar en Lavapiés, La Choripanería ha abierto sucursal en Chamberí, barrio que ya ha caído rendido a sus choripanes de chorizo criollo 100% caseros. Pero hay más: empanadas salteñas caseras, milanesa de pollo Fugazzeta y carnes a la parrilla. Y todo a muy buenos precios, una de las señas de identidad de la casa. Un ejemplo: la parillada para 2 personas con carne de entraña, secreto de cerdo, morcilla y chorizo casero sale a 20€ por cabeza.

💳 10-20€ de media

El bonaerense Ariel Olea está detrás de esta pizzería napolitana que está dando mucho que hablar por la autenticidad de sus pizzas. Para acompañarlas, una estimable selección de vinos italianos y españoles. La pizza Bologna con crema de pistachos, mozzarella fior di latte, mortadela di Bologna con pistachos causa furor. Aunque hay otras siete recetas más, la mayoría de creación propia.

💳 Pizzas, 10,9 – 19,9€

Otro pequeño restaurante que causa sensación, en este caso, con platos de fast food caseros y llenos de sabor. La clave: todas las elaboraciones, salsas y aderezos los elaboran ellos mismos, a excepción del pan que adquieren a uno de los mejores obradores de Madrid, Panes con Alma. Triunfa el Reuben de pastrami, un sandwich con pastrami casero, chucrut de repollo, queso Hornkäse y pan de centeno alemán. El pollo frito y las burgers con carne de novilla charra son también de nota.

💳 20-30€ de media

Es uno de esos restaurantes pequeños que derrocha personalidad y que se gana el corazón de todo el que lo visita. Su propuesta: platos que reúnen sabores de los países del Mediterráneo y vinos internacionales para armonizar. La carta es breve, sí, pero todos los platos alcanzan el sobresaliente, desde los (aparentemente) más sencillos como la Berenjena asada con pesto hasta las pastas, todas ellas de elaboración casera, como los Cavitelli de calabaza y ricotta y los Agnolotti rellenos de carrillera.

Olea abre mediodías y noches pero si lo recomendamos para la hora de la cena es por la atmósfera tan especial que se crea en el espacio. La iluminación, la música, la forma en que se desenvuelve el servicio… todo es perfecto.

💳 30-40€ de media