No hay nada que esconder aquí. Todos sabemos que Arganzuela, y en concreto el entorno de Matadero Madrid, sigue subiendo y subiendo como la espuma. Cada mes nacen nuevos locales dispuestos a dar otro estilo de vida al barrio. Y muchas de ellos proyectos con alma, que de verdad tienen personalidad e interés gastronómico como Lur, Éter, Barra Fina, In-Pulso…. El sitio del que hablamos hoy pertenece al segundo grupo y no es exactamente nuevo: Yeca Estrit Fud, es más bien un viejo conocido que abandona Lavapiés para ubicarse en la Paseo de la Chopera. Aquí cuenta con un salón más amplio y una cocina de mayores dimensiones en la que seguir creando esos platos que le han convertido en uno de los restaurantes más recomendables para disfrutar de la auténtica cocina callejera del Sudeste asiático.
Yeca Estrit Fud. O mejor: ‘Sheca’, que diría su creador, Germán Bernardo, ya nos deja ver que aquí corsés los justos. A todo el que le guste la cocina callejera asiática bien hecha, con faldas y a lo loco, sabrá de quién estamos hablando. Este argentino no solo cogió callo en Sudestada, además fue uno de los primeros cocineros que bailaba (literalmente) entre los fuegos de aquel primerísimo, espontáneo y casi satánico Kitchen154. El puesto del Mercado de Vallehermoso desde el que se podía (y aún se puede) escuchar cantar a los cocineros y gritar de ardor a todos los paladares. Después de unos años, Germán siguió su andadura en otras cocinas, pero siempre volvía a la idea de empezar un proyecto personal.
EL SUDESTE ASIÁTICO, SIN FILTROS
En este modesto e informal local, muy en la línea de los restaurantes que puedes encontrar en las calles de Vietnan o Tailandia, vamos a entender lo que es el éxito del «boca oreja». Su carta es fruto de la experiencia que Germán ha absorbido en sus constantes viajes por estos países: cocina callejera asiática popular, sin pretensiones y en todo su esplendor, que elabora (y borda) junto al equipo que ahora le acompaña en cocina, mientras canta los temas que le acompañaron a principios de los 2000 y que ahora forman parte del hilo musical de su restaurante.
Pero esta street food informal no «quiere ser, sino que es», con todas las letras. Porque cuida cada sabor al detalle y da importancia a lo que verdaderamente la tiene, que es utilizar buen producto de mercado y respetar 100% la cultura de la que viene. Aunque es verdad que siempre vamos a encontrar algunas mezclas que se va inventando. Y es que (nos cuenta con su clásico desparpajo) que a todo este recetario asiático suele meterle algunos guiños latinos o de otras gastronomías, siempre y cuando la premisa sea la «cocina de la calle». Vamos, que hace un poquito lo que le da la gana. Para colmo el invento está muy bueno, algo que no todos los cocineros que juegan así en la cocina pueden decir.
Además procuran elaborar ellos mismos todos los productos que utilizan: fermentos como el kimchi, el chile, los curries y -muy importante- las salsas, bien caseras y artesanales. Casi todos van servidos en cuencos y siempre se pueden tomar con un extra de arroz y extra de kimchi.
LOS CLÁSICOS DE YECA
¿Qué platos debemos probar en Yeca? Aquí se comen entrantes como los Dumplings de kimchi, tofu y boniato asado; una Laab Neua, que es una ensalada thai de ternera, lima y hierbas (muy muy sabrosa y aromática, bien fresquita); el Banh Xèo, unos crepes crujientes (y muy originales) de lechuga con panceta (jugosísima), gambas, brotes y hierbas; o uno de sus platos más aplaudidos: el Curry Verde, que elaboran de principio a fin con pollo, calabaza y ese toque picantón que mola pero no mata.
Seguimos con otras propuestas interesantes como el Dal Makhani Culkin elaborado con soja negra, raita (una salsa típica de la cocina india) y crujientes; un original -y con pintaza- Búnchà, que es un cuenco con fideos de arroz, albóndigas, panceta y hierbas; el Nasi Goreng, preparado con arroz salteado, oreja de cerdo, gambones y un extra de huevo frito que seguro que le da un buen punto. Y por último, una plato que nos dejó con todas las ganas: la *Jot Chik* o lo que es lo mismo, una hamburguesa de pollo rebozado con cilantro, encurtidos y chipotle. También la preparan con carne de cordero: Burga Kambing.
MUY POTENTES INCORPORACIONES
Los que ya frecuentábamos Yeca Estrit Fud en Lavapiés tenemos algunos alicientes extra para visitar a Germán en Legazpi. Nos entusiasmó especialmente los Tacos de torrezno con salsa verde, un plato cuyo sabor se queda inevitablemente grabado en tu memoria y asociado de por vida al nombre del restaurante, ¡increíbles! Y también nos pareció una locura el Char Kway Teow, plato de fideos de arroz salteados con gambones, brotes de soja y ¡butifarra!, y que explica muy bien por qué Yeca es un restaurante excepcional.
¿Y el postre? No hay dónde elegir (de momento), pero el único bocado con el que cerrar la comida está delicioso. Han ido empezado con un Kulfi, que es un dulce tradicional de la cocina india, con textura de helado, elaborado con leche entera endulzada y reducida a la que le ponen frutos secos y especias; aquí lo hacen de pistacho y viene aromatizado con cardamomo y azafrán.
Yeca es un local lleno de buen rollo que, literal, ha llegado para animar el cotarro (en todos los sentidos). Cocina asiática auténtica, informal, de las que se acompañan siempre con una cerveza bien fría y un hilo musical que no te dejará estar sentado. Si no sales de aquí bailando… ¡probablemente te has confundido de sitio!