Quien tuvo la suerte de visitarlo cuando se ubicaba en Chueca sabrá que allí su chiquitita barra no daba para mucho más que para esperar religiosamente a la reserva con algún piscolabis rapidito. Pero ahora, los que somos amantes de la gastronomía mexicana y de las grandes barras que perfilan la silueta gastro de la ciudad estamos de enhorabuena, porque con la mudanza del restaurante Tepic al barrio de Salamanca, este mexicano -uno de los mejores del país- apuesta por incluir en su nuevo local de dos plantas una zona de barra más informal en la que se puede comer y beber lo mismo que en el comedor (ubicado en la planta baja) aunque en un ambiente distendido y a cualquier hora del día.
Con un concepto fundamentado en recetas tradicionales 100% mexicanas, la fusión con otras propuestas del mundo no tiene lugar, ya que los platillos que aquí se sirven son verdaderamente auténticos, tal y como se preparan en México. Ni tex-mex ni historias. Así, la oferta sólida que se sirve en la barra varía con la del comedor únicamente en la presentación, más informal y práctica, ya que aquí vienen los tacos montados mientras que en el salón cambia el emplatado. Con entrantes y tacos para todos los gustos, algunos de los imprescindibles de la casa son el Guacamole casero; el Aguachile de camarón o pulpo, con cebolla morada, cilantro, pepino y aguacate; la Quesadilla de huitlacoche y champiñones y el Taco Gobernador, originario de la provincia de Sinaloa, preparado con camarones, pimiento, cebolla morada y queso. Pero si hay un must que no debes dejar de probar es el Taco al Pastor –uno de los mejores de España según la crítica- preparado aquí con una carne de cerdo adobada con una receta secreta y cocinada a baja temperatura en un tronco, al estilo kebab.
Aparte de por su comida, merece mucho la pena acodarse en su barra por la oferta líquida, que sigue la misma línea que la cocina en cuanto a elaboraciones caseras se refiere: todos los mixes que utilizan en sus cócteles (agua de Jamaica, horchata mexicana y agua de tamarindo) los hacen ellos mismos en el local. Además de las típicas cervezas mexicanas tienen tres birras tuneadas que combinan perfectamente con la comida. Estas son Michelada, con la cerveza que elija el cliente, hielo, zumo de lima y escarchado de sal en el borde del vaso; Michelada Tepic, con la cerveza escogida, escarchado de sal y chile, jugo de limón natural, hielo y una salsa casera muy especiada y ligeramente picante; y Chelato, que lleva lo mismo que la Tepic pero con clamato, una suerte de zumo de tomate con jugo de ostras, ideal para la resaca.
TRAGOS DE AUTOR
En cuanto a la coctelería, aunque preparan cualquier cóctel internacional lo más recomendable es decantarse por alguna de sus diez propuestas de autor. El punto fuerte de esta sección es que en cada trago viene especificado el mejor momento del día para tomarlo, así como los tipos de recetas con los que mejor combina. Por ejemplo, el Beso de Coco, preparado con jugo de plátano, horchata de arroz, coco, Ginger Ale y canela, se recomienda tomar como digestivo y para acompañar algún dulce. Sin embargo, con el Viajero, elaborado con ginebra, esencia de margarita, licor Italicus, polvo de nopal, manzana verde, lima, clara de huevo y Ginger Ale, aconsejan pedirlo en el afterwork y con platillos que rebajen el carácter cítrico del invento.
Otros títulos que salen con mucha frecuencia son Dhalia, con agua de Jamaica, fruta de la pasión, naranja y clara de huevo; y Margarita Tepic, la estrella de la cantina, preparada con tequila, triple seco, naranja, lima, almíbar, sal y chile. Las margaritas también se pueden pedir de sabores, lo que convierte el local en un verdadero festival de colores en los turnos de noche, ya que no hay mesa que no lleve una de estas coloridas mezclas en su comanda.
Hojear la carta de postres es preceptivo para los golosos, con seis propuestas caseras con el Pastel de tres leches como cabeza de cartel. Y si te va el brunch, también tienen: los domingos de 13 a 16h. y con una selección de platillos propios del desayuno mexicano, tales como el Mollete, un pan relleno de frijoles refritos, queso y chorizo; o los Chilaquiles, unas tortillas fritas tipo nachos pero bañadas con una salsa de chile guajillo y queso crema, aguacate, pollo y un huevo. Y de beber, Mimosas y más margaritas. La barra de Tepic mola y merece tu visita.
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* Fotos: Paco Montanet