Taquería La Roma, by Gracias Padre, un mexicano al que volver una y otra vez

Taquería La Roma fue el primer local de Gracias Padre, una enseña súper asentada en Madrid, que se ha convertido en un referente de la comida mexicana en la ciudad. Con un total de 8 locales en la capital, cada uno de ellos dedicado a un barrio diferente de México, que le da nombre e inspira su decoración. La Roma, en concreto, es un colorido local de dos plantas situado en pleno barrio de Salamanca, que hereda su nombre de la Colonia Roma, uno de los barrios más acomodados de México.
Pero aunque su decoración es única, La Roma tiene la misma carta y buena onda que sus hermanos. Esta reúne algunos de los platos más populares de la cocina mexicana y unos estupendos margaritas, que convierten cada visita al restaurante en una fiesta. Además, como las porciones son generosas y los precios amables, el lugar anima a pedir todo platos al centro y compartir entre amigos.
Y por último, el Gracias Padre de Ortega y Gasset cuenta con una estupenda terraza a pie de calle, que se convierte de lo más apetecible en cuanto llega el buen tiempo. Perfecta en los días soleados y la mar de agradable para las noches de verano.
TACOS Y MÁS
Si volvemos a Taquería La Roma una y otra vez es por sus tacos. Tenemos que confesar que este fue el restaurante que desató nuestra pasión por este icónico bocado, haciéndonos descubrir recetas que desconocíamos y sorprendiéndonos con sabores súper auténticos.
Nuestros favoritos son los de pollo, ya sean los de tinga o los de milanesa (los llamados norteños); los clásicos al pastor, con cerdo marinado y piña asada; y los de camarones con cebolla encurtida bañados en salsa de tamarindo agridulce y con un toque picante. La carta contiene hasta 15 recetas diferentes, una auténtica pasada.
Otro clásico del lugar son los totopos con todo: base de pollo, frijoles y queso fundido, y cubiertos con abundante crema agria, guacamole y pico de gallo; si te fijas bien los tres productos reproducen los colores de la bandera de México. Un histórico best seller al que le ha salido un duro competidor, la quesabirria. Se trata de una costra de queso de mozzarella y cheddar, con un relleno de ternera súper sabrosa y acompañada de un consomé para mojar cada bocado. Hay quienes prefieren esparcir el caldo por encima de la quesabirria pero, la tomes como la tomes, la experiencia es arrebatadora.
Los postres también están de escándalo y también incitan a compartir. Son obligados el bizcocho tres leches y la torrija con dulce de leche y helado. Ah, y no te pierdas sus increíbles jarras de frozen margaritas, tienen forma de cruz y dan para unas 4 o 5 copas, así nos llega para acompañar todos los platos y estar un poco la sobremesa tras el postre.
Además de los platos de la carta, que podrás pedir siempre, los mediodías de lunes a jueves ofrecen unos bowls súper completos y ricos, con proteína, arroz aguacate y otros ingredientes frescos, por un precio redondo de 9€. Si buscas un menú más completo y variado para tu día a día, tienen uno por 14,5€, que incluye primero, segundo, postre y bebida.
¿Entiendes ahora por qué no podemos dejar de venir a este lugar?
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