Ramen Ishou, el ramen tradicional de la región más fría de Japón
Fue en 2014 cuando abrieron los primeros restaurantes de ramen en Madrid. Esta sopa de fideos que, a pesar de tener origen chino, los japoneses han convertido en icono de su gastronomía, era hasta entonces una desconocida en nuestra ciudad. Desde entonces, la receta mas predicada por todas las casas y enseñas que han ido llegando a nuestras calles es el shoyu ramen, y se elabora con carne de cerdo, huevo cocido marinado (ajitsuke) y una hoja de alga nori.
El shoyu es la receta de ramen característica de Asahikawa, la segunda ciudad con más población de la isla de Hokkaidō, al norte de Japón. Sin embargo, la ciudad más grande de Hokkaidō es Sapporo, y allí predomina otro tipo de ramen que, sin embargo, aquí es más difícil de encontrar. De hecho tuvimos que esperar hasta 2024 para que abriera el primer restaurante en ofrecer Sapporo ramen. Se llama Ramen Kotsu x Kotsu (Cardenal Cisneros, 1) y llegaba de la mano de Makoto Matsuura, cocinero natural de Sapporo que cambió las gélidas temperaturas de la isla por la calidez de la capital de España.
El éxito de la receta fue tal que tan solo unos meses después Makoto ya estaba abriendo un segundo y más amplio restaurante en pleno centro de la capital, Ramen Ishou. Pero, ¿qué hace diferente al ramen de Sapporo? Es un ramen elaborado con caldo de huesos de cerdo y miso, una pasta fermentada con hojas de soja y sal marina, muy utilizada en la cocina japonesa y que resulta clave para conseguir ese sabor umami tan conocido en la cocina japonesa (suele emplearse principalmente en caldos y salsas). A este se le añade carne de cerdo, huevo marinado (ajitama) y otros ingredientes (opcionales) como vieiras, mantequilla o salsa picante.
Tiene, por tanto, muchísimo sabor para que, servido bien caliente, los ‘japoneses esquimales’ puedan combatir las frías temperaturas de la zona (en Sapporo se sitúan entre los -3 °C y los -10 °C de día). Y es un sabor que conquista todos los paladares, independientemente del punto del planeta en el que se encuentre; y en Madrid no iba a ser diferente. Nosotros lo probamos con todos los ingredientes: carne, vieiras y mantequilla; es la opción más cara, sí, pero la más epatante.
OTROS PLATOS NIPONES
Hay que decir que en Ramen Ishou también preparan Shoyu ramen, y que está delicioso. En la carta, además, hay una notable variedad de entrantes (takoyaki, yakitori, gyozas, pulpo frito) y arroces japoneses (chashu don, karaague don, una don), para tomar a modo de aperitivo o para compartir. Los postres, como en todos los asiáticos, son pocos, pero nada desdeñables. En especial el Ohanami, un postre doble que incluye un mochi relleno de anko (pasta dulce de judías rojas) envuelto en una hoja de cerezo que le da un sorprendente puntito salado al mochi y una pequeña brocheta con dango, bolitas de arroz glutinoso, azúcar y té matcha. El tándem forma un postre exquisito y delicado a partes iguales, hay que probarlo sí o sí.
A pesar de encontrarse en la trasera de la parte baja de Gran Vía, una zona súper poblada por pequeños restaurantes asiáticos, Ramen Ishou logra destacar sobre todos ellos. Lo hace por su ubicación, una luminosa esquina en la (recientemente remodelada) Plaza de los Montenses, y por la calidad de sus platos, situando el listón del ramen estilo Sapporo bien alto.
View this post on Instagram
