‘Pink Monkey,’ la reinvención de la cocina asiática
Pink Monkey es la nueva propuesta gastronómica de los artífices de Asiana y Asiana NextDoor, donde la comida asiática vuelve a ser protagonista, pero esta vez en forma de fusión gastronómica procedente de diferentes latitudes: platos del sudeste asiático reinterpretados con ingredientes y técnicas de la cocina peruana e incorporando algunos guiños a las cocinas mexicana y mediterránea.
El chef Jaime Renedo, con diez años de experiencia, se ha inspirado en sus viajes por el sudeste asiático y América Latina para elaborar una cuidada carta con los mejores productos y técnicas. Sus platos combinan originales contrastes de sabores, jugando con cítricos, picantes y especias. El lema ‘same same but diferent’ le ha llevado a crear veinte platos con un concepto diferente gracias a la forma artesanal que tiene de tratarlos. En la novedosa carta destaca la variedad de sus entrantes (ensalada Thai, bao de panceta o de pato Pekin, kebab indonesio o satay balinés de pollo). Los dumplings de carabinero o de momo de cerdo y el ceviche –elaborado con la técnica peruana, pero con ingredientes mexicanos– reafirman la reinvención en la cocina de los platos típicos asiáticos.
A la carta le acompaña la estratégica selección de cócteles como el ‘Birú’ o el ‘Tamilian Sour’ que están elaborados con ingredientes que complementan a los platos e invitan al maridaje. Los enófilos podrán probar su breve pero acertada elección de vinos con sugerentes etiquetas españolas, mientras que los amantes de lo dulce podrán encontrar en los postres sabores de más allá de nuestras fronteras: helado de albahaca, sorbetes caseros como el ‘Choco Chile’ y gustos exóticos en el ‘Choco Blanco’ con maracuyá, frambuesa y pimienta de Sichuan.
La estética del local lleva la firma de la arquitecta Marta Banús (El columpio, Le Cocó, La Tasquería de Javi Estévez) y responde a una decoración que juega entre lo gamberro y lo chic con el contraste de colores, madera, metal, neones y el tipo de fotografía que preside el espacio. La cocina es otra de las grandes protagonistas de la experiencia, a la vista y con cocineros tatuados manejando los fogones tras una de las dos cristaleras. Tras la otra, una acogedora terraza climatizada hará las delicias de aquellos visitantes que no creen en el invierno.
Un espacio gastronómico que sirve comidas, y que también ofrece un afterwork urban chic de cócteles con carta reducida en forma de aperitivo. Durante las noches de los fines de semana, la DJ María Marti pondrá el toque travieso con sus sesiones. Pink Monkey es la revolución sofisticada y desenfadada de la gastronomía asiática en pleno barrio de Chamberí.
* Juan David Fuertes
