Madrid está viviendo un auténtico boom de la hamburguesa, aunque esta vez de la mano de restaurantes locales que se han propuesto dignificar el producto para poder incorporarlo a su carta habitual. La han conseguido optando por ingredientes de primera calidad, y cuidando tanto su elaboración (slow food, lo denominan) como la presentación. También los precios, asequibles para todos los bolsillos, acabando con la idea de que sólo las grandes cadenas ofrecen hamburguesas a buen precio.
NY Burguer, en General Yagüe, fue uno de los primeros en apostar por las hamburguesas gourmet. Aunque, mientras otros eligieron innovar, sus responsables optaron por ser fieles a la fórmula original, tomando las mejores recetas empleadas en New York. Y también han conseguido triunfar: el público les respalda y nunca faltan en ningún ranking de las mejores hamburguesas de la capital. Por eso han ampliado el negocio, con un nuevo restaurante cerca del Paseo de Recoletos. Otro local que homenajea a la Gran Manzana y que cuenta con la misma carta que su antecesor: un ‘diario’ con todos los clásicos de la comida americana (aritos de cebolla, alitas de pollo, costillas a la brasa, sandwiches) y 20 variedades de hamburguesas.
Escoger una de ellas es tarea complicada. Hay cuatro tamaños para elegir, de 160 a 500 gramos. Todas con carne de cebón de primera, asada en horno de carbón, y servida con pan tradicional o rústico. Destacan la Chrysler Tower (queso azul, salsa de arándanos, tomate, lechuga y cebolla a la brasa), la Brooklyn (queso Philadelphia, bacon crujiente y cebolla caramelizada), o la Queens (cheddar, bacon crujiente, salsa BBQ y cebolla a la brasa). El plato incluye patatas fritas (no precongeladas) o asadas. No hace falta más, salvo que quieras rematar con algo dulce. En ese caso, no hay duda: tarta de chocolate con caramelo.