‘Meat’, el sitio de la hamburguesa
Una nueva hamburguesa ha llegado a la ciudad. Y viene sola, porque Meat, que así se llama el local que la prepara, no cuenta con más platos en su carta. De hecho, no tiene ni carta. Curiosa forma de presentación para un establecimiento de estética industrial, en la zona de Alonso Martínez, que no es ni un burger, ni un restaurante, ni un bar de copas, pero que tiene mucho de los tres, en plan multiespacio fast food casual en el que, además, también hay cabida para la cultura y el arte. ¿Se puede pedir más?
Sus propietarios e ideólogos, Guillermo Ramos Albritton, Jose Luis Martín de Bustamante y Gabriel Santaeulalia Yarte -tres jóvenes del barrio que han viajado y vivido en otros lugares del mundo- dicen que sí, que cabe mucho más, y quieren ir desgranándolo poco a poco a medida que el local se vaya haciendo un hueco entre la gente de la ciudad. Porque ellos conciben esta ‘carnicería’ -sugerida por su estética, que recuerda a un matadero de carne- como un gran espacio para estar a gusto, echar el día con los amigos, contar historias y vivir experiencias.
Happenings de arte, exposiciones, sesiones de escucha de vinilos clásicos… son solo algunas de las actividades que se pueden disfrutar en Meat a lo largo del día. Y entre conversación y conversación, algo de picar. Ese algo es su hamburguesa, una Royal with cheese especial hecha con mucho tino y acierto: carne orgánica de la sierra de Madrid, queso traído de Inglaterra y una salsa casera, que se combinan con pepinillo, lechuga y tomate. Todo ello servido en un pan tipo brioche de receta propia que sí o sí hay que comer con las manos, porque no ponen cubiertos -mancharse es también parte de la experiencia gastronómica. Lo que sí hay son patatas fritas y aros de cebolla caseros, la pareja perfecta de una hamburguesa.
Si al llegar la tarde a alguien le entran ganas de tomar algo, enhorabuena, porque Meat también es bar de copas y coctelería (excepto lunes y martes). Que no haya pizarra con el listado de combinados no es un problema, sino un aliciente para solicitar al barman el cóctel deseado, clásico o de creación propia. Y si no, cervezas, vinos por copas o refrescos.
Solo queda mencionar la estética, muy de nave industrial, lograda a base de materiales recuperados, como el andamio que hace de estantería tras la barra, las maderas de derribo que decoran el mostrador, los asientos de tractor de las butacas o la fachada de una antigua casa francesa con la que se ha forrado la pared principal. La idea es del estudio Cousi Interiores, integrado por Alicia Martín y Alba Hurté, en consonancia con la imagen de marca desarrollada por Juan Martino, amigo personal de los socios. Así es Meat, un sitio al que ir por su hamburguesa y quedarse para vivir y experimentar todo lo demás.
* Fotos Alfonso Ondarroa
