El Mashita es un pequeño negocio familiar de comida japonesa y coreana que se ha ganado el favor del público por la calidad de sus platos, servidos con generosidad, y unos precios más que asequibles. Razones que explican que este pequeño y modesto local, ubicado en pleno centro de Madrid, esté siempre prácticamente lleno. Mashita, que en coreano significa ‘rico’, cuenta entre sus clientes todo tipo de público: aficionados a la gastronomía asiática, que han hecho popular el restaurante con el boca-a-boca, turistas y muchos orientales que se acercan a comer hasta allí -lo que dice mucho a su favor.
Como los restaurantes en Japón, su escaparate muestra los platos plastificados que contiene su carta. Una carta algo justa pero muy acertada: bandejas de sushi y maki y tempuras, por la parte japonesa, y sabrosos platos coreanos. Todos muy recomendables, aunque si vas a visitarlo por primera vez opta por sus especialidades coreanas: chapche (fideos de batata), mandú (empanadillas de pasta rellenas) o el Bulgogui (ternera endulzada con arroz y hojas de lechuga). El resto de la carta, que no desmerece en absoluto, pruébalo en futuras ocasiones porque saldrás decidido a volver.
En Mashita todos sus platos se preparan al momento y con productos frescos. Como además sirven comida para llevar puede que se demoren un poco en servirte. Así que mejor pídete una cerveza japonesa nada más llegar; tienen las marcas más populares del país (Asahi, Sapporo y Kirin) a precios nacionales (2.50€). Y si te gustan las artes gráficas, puedes entretenerte dibujando en sus paredes o viendo los pequeños graffitis y mensajes dejados por algunos de los ‘artistas’ que han pasado por allí.