El Grupo La Musa lleva más de 20 años dando guerra y sirviendo comidas en la capital. Y aunque se dice pronto, no es tarea fácil mantenerse a buen nivel durante tanto tiempo y en una ciudad tan movida como Madrid. Tras un período de cambio de imagen en todos sus locales (La Musa, La Musa La Latina, Ojalá y Cafetería HD), ya hay un nuevo miembro en esta familia: Limbo, el asador de pollos del barrio de Malasaña, ubicado en la planta baja de Bastardo Hostel.
La decoración corre a cargo de Triscaideca Estudio, siguiendo una línea industrial en la que techos altos y maderas mezcladas con hierro funcionan como aliados perfectos. El espacio es inmenso y deja la boca abierta a cualquiera. Tiene dos zonas diferenciadas. Nada más entrar, a la izquierda, se encuentra la parte de la cervecería, pensada más bien para un picoteo rápido, con cervezas artesanas como oferta líquida y algún platillo de picoteo como sólida. Aquí se pueden comer Embutidos artesanos de productores locales, Pollo en escabeche o los Dips Limbo (remolacha asada con queso de cabra, calabaza a la brasa con sésamo y paté de pollo).
CARTA ‘ASADA’ Y MUY ORIGINAL
En la zona de la derecha se encuentra el asador o restaurante propiamente dicho, con amplias bancadas de madera para compartir y grandes rinconeras de color rojo donde organizarte una comida más íntima. Nos atiende el argentino Javier Brichetto, chef del grupo y encargado del concepto gastronómico. ‘La idea es sencilla: queríamos montar un asador de pollos que tuviera un toque innovador’, explica. De este modo, el menú tiene cuatro entrantes y otros tantos principales. De los primeros dará que hablar el Salmorejo de tomate, con los vegetales cocinados a la brasa, lo que le da un saborcito ahumado muy agradecido. Pero también merece la pena la Rama de cherries, con el producto preparado de principio a fin en la parrilla y con una salsita de ajo y perejil muy suave. No faltan las Croquetas de jamón y de pollo y el Provolone a la chapa.
En los principales manda el Pollo asado al carbón, niño bonito de la casa y para el que se diseñó un horno exclusivo, con una capacidad de producción de 90 unidades a la hora. Lo hizo un artesano del hierro y está formado por tres cuerpos cilíndricos: los dos de la derecha se destinan a asar y el del centro hace las funciones de parrilla y plancha. El producto que utilizan es un pollo de tomatero, caracterizado por criarse en granjas y comer verduras (además del pienso preceptivo) y con un peso medio de 1.200 gramos. Lo marinan con un aliño especial (aceite de oliva, ajo, ají panca, vinagre, comino y chipotle) durante 48 horas y luego se termina al calor del horno.
El siguiente plato principal que suena fenomenal y sabe mejor es el Bocadillo de brisket con tomate asado, lechuga, pepino y salsa criolla, elaborado con la parte del pecho de la vaca cocinada a baja temperatura durante seis horas y con una salsa especial argentina que recuerda a la clásica vinagreta (tomate, cebolla, pimiento rojo, aceite y vinagre). También puedes decantarte por la Hamburguesa de ternera con queso fundido y chimichurri, preparada con carne de La Finca y pan de pueblo artesano que les provee La Panotheca o por la Costilla de cerdo ahumada con salsa barbacoa Jack Daniels. Todas estas recetas se acompañan por una guarnición a elegir entre Patata asada de feria, Arroz caribeño con frijoles, Espinacas gratinadas o Ensalada fresca.
Los postres son caseros y se presentan en tarritos individuales, muy cucos, con alguna propuesta curiosa como el Cremoso de chocolate blanco con gelatina de mango y espuma de violetas o el Mug Cake de chocolate con helado de galleta, uno de los más vendidos y parecido al brownie de toda la vida. Y para beber, la reina indiscutible es la cerveza, con cuatros grandes tanques disponibles (con 500 litros cada uno) que garantizan cebada para rato.
¿Y por qué se llama Limbo? Pues por el famoso baile popular que consiste en intentar pasar por debajo de una barra horizontal mirando al frente. No es que organicen concursos del clásico juego (cuidado, que puede ser una gran idea), es que les molaba el rollito divertido que le daba a la historia. Y todo esto se lleva a cabo en Bastardo Hostel, un hotel multicultural recién levantado en la zona que transmite buenrollismo desde que pasas el limbo y que ofrece la posibilidad de dormir barato en el centro de Madrid, en un ambiente informal y divertido muy apetecible.
EL IMPRESCINDIBLE el Pollo asado al carbón. No puedes visitarlo y no probar el producto estrella. Se puede pedir entero o en media ración y lo ideal es acompañarlo por una patata de feria preparada, es decir, rellena con requesón, queso parmesano y cebolleta.
FÍJATE EN… la foodtruck de la zona de la cervecería, con un diseño exterior muy molón y más de 20 tipos de birras disponibles, así como sidras especiales y de sabores.