Primero fueron las hamburguesas, después las pizzas, recientemente los kebab, y ahora ha llegado el turno de la revolución gastro al mundo de las gyozas. Sí, es cierto que ya estaban proliferando, sobre todo en los alrededores de Plaza de España, un montón de locales que habían hecho de las empanadillas japonesas su plato emblema. Pero también es cierto que en la mayoría de ellos estaban precocinadas y los establecimientos o carecían de encanto, o eran demasiado pequeños para sentarnos cómodamente a disfrutar nuestro pedido allí. Por eso ha sido toda una sorpresa encontrarnos en pleno Malasaña un restaurante como Gyo Gyo.
No puede pasar desapercibido pues, a través de la enorme ventana que da a la calle, vemos a su gyoza woman elaborando las diferentes empanadillas una a una, en un proceso totalmente artesanal. Una vez dentro, encontramos una barra ovalada tras la que opera el personal de sala y atiende a los clientes que quieren hacer pedidos para llevar. A esta le sigue un gran salón con paredes de ladrillo visto y distintas mesas y taburetes de madera, que quiere recordarnos a las populares izakayas japonesas; y en gran medida, lo consigue. A ello contribuye decididamente el servicio, cortés pero informal, que nos hace sentir desde el primer momento como en casa. Y una política de precios moderados que todos nos podemos permitir. ¿Entiendes ahora por qué este gyoza bar es diferente a los demás?
GYOZAS, PLATILLOS JAPO Y RAMEN
Su carta contiene 10 tipos diferentes de gyozas, que puedes pedir que las hagan a la plancha o al vapor; en tu mano queda. También puedes pedirlas en raciones de 12 o 6 unidades, formato este último que incita a probar varias opciones, tal y como hicimos nosotros. Nos gustaron especialmente las de Cerdo con pakchoi y vermicelli (una especie de fideos algo gruesos) y los de Pato asado con salsa especial que, no serán ninguna novedad, pero están más sabrosos de lo normal. Menos convencionales pero igualmente ricos, los de Champiñones con trufa, pakchoi y tres quesos; y los de Berenjena con miso, otro sabor atrevido que va a conquistar a los paladares inquietos. Hay hasta una gyoza con relleno de Hamburguesa, y está bastante buena, ¿eh?
Además de gyozas, en la cocina de Gyo Gyo elaboran otros muchos platos asiáticos que hacen recomendable esta dirección. Como entrantes son perfectos los Langostinos en tempura, los Takoyaki (bolitas rellenas de pulpo) y los Harumaki, unos rollitos de primavera pequeñitos y rellenos de marisco -también de origen japonés- que enganchan desde el primer bocado. Y del capítulo arroces y pastas nos entusiasmó el Ramen seco de tallarines con carne picada; es más, no vamos a dejar de recomendarlo a todos los aficionados al ramen que conocemos.
Y a los amantes de los mochis también. Los hacen de un montón de rellenos (casi el mismo número que de gyozas) y de un tamaño bastante grande, que los hace perfectos para tomar entre dos. Las combinaciones de sabores son, además, explosivas: mango y chocolate blanco, mousse de chocolate y avellanas, turrón y almendras, yuzu y galleta crujiente… En fin, que sería imperdonable que salieras de aquí sin probar al menos uno de ellos.
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