Hay días en los que los papeles se salen de la mesa, el teléfono arde y las alertas del correo electrónico no paran de sonar. Y a ti lo único que te apetece es bajar a la calle y comerte un bocata. Pero no uno cualquiera, sino uno de esos bocatas que sacian y, por qué no, que alegran el día.
La Sanducherie llega al barrio de Las Salesas para solucionar la papeleta a quienes hacen vida y negocios en la zona de Alonso Martínez –que no son pocos– y buscan una comida sorprendente y deliciosa, a la vez que rápida. La carta de La Sanducherie se centra en los sándwiches ‘de autor’ o inspiración internacional, algunos de ellos vegetarianos, elaborados fundamentalmente con ingredientes locales y con formatos aptos para compartir.
Sus impulsores, Luis Criscuolo, Alfredo Romero y Pablo Azpurua –tres amigos venezolanos asentados recientemente en Madrid–, ponen en práctica todo lo aprendido en sus viajes alrededor del mundo en una carta divertida y sorprendente. Así, encontramos sándwiches o ‘sanduches‘ (como se les suele llamar en Latinoamérica) que nos transportan a La Habana, como el ‘Cubano mi hermano’, con la tradicional receta de carne de cerdo mechada, cocinada a fuego lento durante seis horas, el ‘Adoro el pomodoro’, que nos lleva al Mediterráneo, o el de Pollo Thai, que nos transporta directamente a Tailandia. Los sándwiches son de pan de ciabatta, brioche o focaccia y siempre van acompañados de patatas artesanales trufadas con una salsa especial de la casa. El combo de bebida con patatas fritas y una bebida a elegir difícilmente supera los 12€.
Los tequeños, uno de los aperitivos más típicos y entrañables de Venezuela, que suele repartirse en todas las celebraciones familiares, son el entrante estrella. No todos los días se busca una comida tan contundente y, por eso, en La Sanducherie también hay ensaladas como la Burrata no, lo siguiente, la Mixta de La Sanducherie y la César de berros. La Marquesa de Chocolate, la típica tarta de galletas María, es el postre más demandado en el local, que en breve ofrecerá un menú de brunch para los fines de semana.
Noche y día en el mismo local
El espacio ha sido decorado por el estudio de interiorismo La Casita de Margaux, emulando a las hamburgueserías americanas de los años 60. En él se pueden diferenciar claramente dos ambientes: uno de mesas bajas para sentarse a comer tranquilamente en sofás mullidos y otro de mesas altas con taburetes, que invita a una comida más informal, de esas que a veces se pueden prolongar con unas copas o uno de los cócteles que también preparan en su barra. En este apartado, apuestan por las fórmulas más clásicas, con combinados de sobra conocidos por los aficionados a la mixología como el Aperol Spritz o el Cosmopolitan. Para quienes no toman alcohol, La Sanducherie también ofrece tés naturales helados, de sabor afrutado y refrescante, y zumos naturales. El local tiene servicio a domicilio a través de Deliveroo.
* Fotos: Paco Montanet