Una terraza para tocar ‘El Cielo de Alcalá’
Hay mil maneras de visitar la capital; hay quienes prefieren perderse a pie por las callejuelas del centro, dejarse guiar sobre ruedas o seguir fielmente cada uno de los itinerarios que marcan la guía. Pero sin duda, una de las mejores formas a fin de hacerse una idea mental de cómo está organizada la metrópolis es divisándola desde las alturas. Los responsables del Hotel H10 Puerta de Alcalá (Alcalá, 66 <M> Príncipe de Vergara/Retiro/Velázquez) lo saben y por eso quisieron sacarle partido a la azotea de su hotel transformándola en una acogedora terraza con piscina que, en cuanto llega el buen tiempo, se convierte en uno de los hits en los días de verano en la capital.
Su piscina de metacrilato, a través del cual podemos ver a los bañistas (solo clientes) sumergidos en el agua, es sin duda uno de los principales atractivos de esta terraza, aunque no el único. Desde la octava planta del H10 Puerta de Alcalá podemos disfrutar de unas espléndidas vistas de la Casa Árabe (justo enfrente), el Retiro y el barrio de Salamanca; aunque el espectáculo de verdad comienza con al atardecer cuando podemos contemplar descender el sol sobre el mar de tejados de la ciudad, ¡maravilloso!
Mientras tanto, en este enclave exclusivo podemos degustar una suculenta y variada oferta gastronómica que se inspira en la tradición del tapeo para dar lugar a platos algo más creativos pero de sabores por todos reconocibles. Buen ejemplo de ello son el Salmorejo con helado de queso mascarpone, los Huevos estrellados con jamón ibérico y aceite de trufa o el Pulpo ahumado al romero con patatas revolconas. Como cualquier espacio destinado a picoteo, cuenta con sus correspondientes Croquetas caseras de jamón, su Tempura de verduras (con mayonesa kimchee para mojar) o un (muy estimable) Hummus de garbanzos y remolacha con bastones de berenjenas. Los que más que picoteo deseen aprovechar la estancia para cenar en plan informal cuentan para ello con opciones más contundentes como la Hambruguesa de Black Angus o el Steak tartar fileteado de vaca e, incluso, postres que como la propia carta indica son «Caprichos del cielo» (Coulant de chocolate, Pastel de violetas de Madrid).
Conviene advertir que El Cielo de Alcalá no es solo una terraza de noche. Los adictos al desayuno tardío, deben saber que los sábados y domingos pueden acercarse aquí a tomar el brunch, compuesto de platos dulces y salados que se acompañan de un smoothie fresquito o de alguno de sus estupendos cócteles. Su oferta líquida incluye desde opciones para abrir el apetito (Dry Martini, Bloody Mary, Negroni) y combinados sin alcohol a los clásicos más infalibles (Margarita, Cosmopolitan, Tequila Sunrise) que ayudan a prolongar la noche mientras gozamos de la ligera brisa que aquí nos acaricia. Todo un lujo.
