‘Citynizer Plaza’, el sitio que lo tiene TO-DO
¿Qué es lo que más nos gusta a los madrileños? Comer bien, visitar exposiciones, ir al teatro, al cine o a conciertos son, sin duda, nuestras actividades favoritas a la hora de emplear nuestro tiempo libre. Y aunque la ciudad cuenta con multitud de buenos restaurantes, terrazas y espacios culturales, hasta ahora no teníamos un lugar que aglutinara todas estas propuestas en un único espacio. Suponemos que la dificultad de encontrar un emplazamiento capaz de reunir tantos y variados escenarios, sería la principal razón por la que nunca se ha podido materializar el que para todos sería el «sitio perfecto».
Algo que parecía imposible lo han conseguido finalmente los responsables del grupo The Central House mientras buscaban la que sería la localización idónea de su primer hostel de lujo. Y por raro que parezca, no estaba muy lejos. Estaba en el solar que antiguamente ocupaban los antiguos cines Odeón (que tuvieron que demoler en 2018) en Lavapiés; una parcela de casi 1000 m2 donde se podían permitir levantar dos edificios: uno para el hostel y un segundo donde se pudiera dar forma a ese soñado espacio de ocio. Ambas construcciones, a las que se acceden por calles distintas (Encomienda y Juanelo), están unidas por un enorme patio central que, una vez finalizado el proyecto, se ha acondicionado como terraza ajardinada (con césped natural, ¡ojo!), escenario para conciertos y representaciones teatrales e, incluso, una gran pantalla para proyecciones de cine. Sí, como estás pensando, y como puedes ver en las imágenes que te mostramos, este lugar lo tiene absolutamente T-O-D-O. Su nombre: Citynizer Plaza.
Este es, además, un sitio que representa como ninguno el espíritu de Lavapiés: castizo a la par que cosmopolita, con una diversa y muy económica oferta gastronómica, con muchas y potentes propuestas culturales, y con un montón de vida en sus calles, a cualquier hora del día. Citynizer Plaza, además, ha sido creado con la intención de hacer barrio, de crear sinergias con la gente y los comercios de Lavapiés, de ahí que los proveedores de su restaurante sean en su mayoría tiendas y pequeños negocios de la zona, o que hayan convertido su terraza en un foro cultural abierto a propuestas que puedan traer los centros culturales y artistas que lo habitan.
En cuanto a su restaurante, debemos de decir que estamos ante uno de los locales más grandes, modernos y placenteros de Lavapiés. El suyo es un interiorismo inteligente, sabiamente distribuido en diferentes áreas con mesas para el picoteo informal, comidas tú a tú o cenas de grupo, con sus correspondientes rincones instagrameables y mucha luz natural. Pese a su aspecto, Citynizer Plaza tiene un marcado carácter tabernero que le hace huir de todo encorsetamiento y en consecuencia -aunque a muchos no os va a gustar este idea- no es posible hacer reservas. Si llegáis y hay sitio, ¡enhorabuena! Si no, habrá que esperar a que se libere una mesa. Lavapiés rules.
UNA CARTA MUY MADRILEÑA
Su cocina se enmarca dentro de esa difusa identidad que hoy posee la cocina de Madrid, castiza y cosmopolita al mismo tiempo. Así, junto a tapas y raciones de lo más castizas (torreznos de Soria, bravas, conservas y encurtidos) nos encontramos con platos de carácter cosmopolita y procedentes de otras culturas (Tartar de salmón y aguacate, tabulé, poke, tacos). El objetivo es no dejar a nadie fuera y llegar a todos los públicos, aunque los platos más deslumbrantes son viejos conocidos por todos, a los que aportan ciertos toques creativos. ¿El mejor ejemplo? El bocadillo de calamares La Castiza, que preparan con pan bombón (esponjoso y algo dulce) y ali-oli, está realmente espectacular. Los Pedritos, una especie de torrija salada (pan bombón con tomate) con anchoas, queso de cabra o bonito en aceite, causan también particular impresión. O la Ensaladilla Rusa, con patata confitada, atún, encurtidos, mayonesa y los típicos barquillos madrileños para acompañar en lugar de regañás.
Otra opción infalible es la Cityburger, una hamburguesa con pan brioche, carne picada de ternera y cerdo, queso edam y bacon, que viene secundada por unas patatas caseras con mostaza antigua de lo más adictiva. Los precios, como os dijimos, están perfectamente alineados con los que se estilan en el barrio. Salvo un par de excepciones, ninguno de ellos supera los 10€, motivo extra para animarse a pedir y probar varias cosas. El binomio calidad-precio aquí es difícil de superar.
La oferta se completa con un asequible y muy completo brunch, disponible todos los días de la semana, variedad de cervezas (el espacio acoge un «rincón cervecero» donde cuentan con multitud de cervezas nacionales e internacionales), vermuts y medias copas, que hacen también de Citynizer Plaza un inmejorable destino para culminar las visitas al Rastro de los domingos.
Como decíamos, el patio ajardinado será el escenario principal de la programación cultural que, a lo largo de toda la semana, se desarrollará en este singular espacio. Para ello han confiado en la escuela de artes TAI que se encargará de seleccionar tanto los montajes teatrales que se representarán en su escenario, como los cantautores y grupos noveles que protagonizarán sus conciertos. El menú cultural incluye también monólogos, clases de swing, karaoke, sesiones de intercambio de idiomas y hasta ciclos de cine que se proyectarán en modo silent cinema, es decir, las noches de laborables se proyectarán películas en su terraza que podremos ver (o no) conectando nuestros auriculares por bluetooth.
En fin, todo lo que más nos gusta a los madrileños podemos hacerlo en este completísimo espacio destinado a convertirse, desde ya, en todo un referente en la ciudad. Todos vamos a querer ser citynizers.
EL IMPRESCINDIBLE… Sin lugar a dudas, su bocata de calamares. No has probado otro igual.
FÍJATE EN… Todas las plantas que cuelgan del techo del restaurante son naturales, aunque preconservadas.
