Más allá de la mítica comida made in USA que todos tenemos en la cabeza, hay todo un mundo. Un mundo lleno de matices y de platos de carácter más local que, por el momento, no han alcanzado la universalidad, pero sí que tienen gran arraigo y popularidad en el continente americano. Un buen ejemplo de ello es el lobster roll, uno de los platos estrella de las ciudades con muelle de la región de New England, que poco a poco empieza a ganar popularidad en este lado del Atlántico. De hecho, el famoso bocadillo de bogavante es el protagonista de la carta de The Lobstar, un coqueto local de la calle Carranza -punto estratégico entre los barrios de Malasaña y Chamberí- que se ha propuesto familiarizarnos con este bocata de pan brioche, relleno de bogavante cocido y frío, y salsa mayonesa.
Y es que The Lobstar bebe directamente de los locales costeros del noroeste de EEUU, cuna de este curioso ‘hot dog marino’. Hasta su interiorismo se inspira también en ellos, con su decoración industrial y un (estudiado) encanto decadente, para traer aquí la última tendencia foodie que se extiende por Europa. Así, mariscos y pescados protagonizan una carta que -casi en su totalidad- se puede disfrutar con las manos; muy sencilla y perfecta para compartir con amigos mientras tomamos una cerveza, la bebida por excelencia cuando hablamos de lobster bars.
SABOR A MAR
The Lobstar importa a Madrid la receta del lobster roll más auténtico. Para ello, cocineros estadounidenses viajaron hasta Madrid para diseñar un menú que emulase al de los restaurantes de los muelles americanos. Por eso, el bogavante que se emplea para el relleno del bocata llega vivo de Canadá y se prepara en la cocina del local. A este marisco se le añade una mayonesa especiada y todo ello se coloca posteriormente en un pan brioche, receta propia de la casa, con un gustoso sabor a mantequilla y una textura crujiente que se deshace en la boca. Además del Lobstar roll, en la bandeja que llega a la mesa encontramos como guarnición unas (caserísimas) patatas fritas tipo raqueta, pepinillos dulces y salsa roja con un toque de Buffalo.
En la línea de los Rolls americanos, en este restaurante de Chamberí incorporan un segundo bocadillo: El Shrimp Roll o bocata de langostinos. Preparado con el mismo pan brioche, está relleno (abundantemente relleno) de langostinos frescos en tempura y salsa cóctel ligeramente picante. La particularidad de esta receta es que la tempura de los langostinos está preparada con vodka y cerveza, lo que aporta una evidente marca de la casa a este rebozado que resulta bastante crunchy.
Pero no solo de bocatas vive la gente del puerto y, por eso, en The Lobstar han completado su carta con algunos entrantes perfectos para compartir. Entre ellos destacan las Almejas Casino, unas almejas gratinadas con bacon y panko e ideadas para comer de un bocado, sin dejar ni una sola en el plato. Siguiendo con esa apuesta por el seafood, entre los entrantes también se puede elegir entre una Sopa de almejas (un must para los meses de frío) o unos Bocados de cangrejo, muy similares a nuestras croquetas.
Si hablamos de platos principales, pediremos -indiscutiblemente- sus Lobstar mac & cheese, la típica receta de macarrones que tanto hemos visto en las pelis y series americanas y que llegan aquí con el toque del bogavante; un plato perfecto para los amantes del queso que, por su contundencia, recomendamos compartir. Aunque, la Hamburguesa de Pez Espada, una de las creaciones originales de la casa, y sus Tacos de gambas con salsa buffalo, también deben ser tenidos en cuenta.
Llegando a la parte de los postres, es necesario hacer hueco para probar el Donut de sidra, una receta propia que mezcla el típico donut estadounidense frito con el toque de la sidra y la canela. Una forma de poner el acento más español a esta sección dulce. Pero, ¿qué sería de un restaurante americano sin una gran copa de batido? Ajá, aquí está su Butterscotch con Honey Comb, un batido de helado de vainilla con trozos de caramelo crujiente. Con este sabor de boca, ¿alguien recuerda que seguimos en Chamberí?
EL IMPRESCINDIBLE es su Lobstar roll que, por algo son los bogavantes los que dan nombre a este local.
FÍJATE EN… el encanto industrial del restaurante, en el que los materiales nobles son los protagonistas. Aunque, sin duda, si hablamos de detalles tenemos que hablar del neón en forma de bogavante que preside el local. ¿Cuántas instantáneas de Instagram crees que va a protagonizar?