‘Lo Siguiente’, más que completo
Nada más entrar, en la puerta de Lo Siguiente, un pequeño cartel nos indica que ‘¡Los dueños comen aquí!’. Era de esperar, porque fue precisamente la necesidad de encontrar un sitio en el que comer bien en el barrio de Las Salesas y tener, además, la opción de tomar unas copas con los amigos sin necesidad de sufrir todas las incomodidades de los bares de copas lo que llevó a Elisa y Piluca a abrir su propio negocio. Así surgió este espacio polivalente, que se desmarca en cierto modo del patrón -algo elitista y carito– que se está imponiendo en la zona, con una oferta culinaria sencilla pero de máxima calidad (los vecinos mercados de San Antón y Barceló le surten a diario de excelente género) y precios al alcance de cualquier bolsillo. ¿Difícil? Sí, pero posible.
Para ello han configurado una oferta dinámica e informal, con opciones para todos los momentos del día: desayunos (tostadas con pan de cristal), pinchos, fríos (el de tortilla de patata, el más célebre entre sus habituales) y calientes (las mini hamburguesas y mini perritos no fallan, pero la anchoa rebozada merece una oportunidad), platos de cuchara y tenedor para configurar tu propio menú del día (diez primeros y diez segundos para combinar, y cocido madrileño todos los miércoles), raciones (en este caso, son obligadas las croquetas líquidas con jamón ibérico de bellota y la Invasión Asiática, plato que mezcla rollitos vietnamitas y gambas con gabardina) e irrenunciables postres caseros (aquí sí es imposible decantarse por una opción en concreto).
Variedad de opciones con las que han puesto de acuerdo a todo tipo de públicos que se mueven por la zona y que lo mismo buscan picar algo en barra (muy interesante también su selección de vinos), compartir raciones en sus mesas (quizás demasiado) altas, tomar el brunch el domingo por la mañana e, incluso, disfrutar del buen ambiente que se crea las noches del fin de semana para tomar las primeras copas –que no cócteles, no son especialistas en ello y no se trata de engañar a nadie. Funciona el todo vale.
Situado en un esquinazo luminoso, con extraordinarios ventanales a la calle, Lo Siguiente es un espacio de aires contemporáneos (muros de granito, lámparas vintage de distintos estilos), al tiempo que castizo (barra de azulejos blancos, columnas de hierro fundido), desenfadado y acogedor. Abajo, además, cuenta con un coqueto comedor más apropiado para cenas de grupo, celebraciones, fiestas privadas… Por si no fuera suficiente, el bar también programa exposiciones, concursos de pinchos, knitting parties… Como sus responsables pretendían, ‘un bar de batalla’.
EL BRUNCH PERFECTO
Por lo completo de su oferta y la sobresaliente relación calidad-precio nos atrevemos a decir que Lo Siguiente cuenta con el brunch perfecto, o casi perfecto (que aún nos quedan muchos por conocer). Primer detalle de agradecer: el Bloody Mary, elemento imprescindible en el brunch americano, aquí es una parte más del menú y no un suplemento por el que hay que pagar una cantidad adicional. Decimos Bloody Mary, cuando podemos hablar también de Mimosa NYC, un cóctel con champan y zumo de naranja muy del gusto yanqui. Con el cóctel (o un zumo natural, en su defecto) se abre la parte dulce que consta de café, bol con yogur y fruta fresca, pequeñas piezas de bollería de la pastelería Pomme Sucré y variedad de panes (pan de cristal, entre ellos) para aderezar con mermeladas caseras, mantequilla salada, aceite y sales (maldón y ajosal natural). En la parte salada, huevos benedictine con jamón serrano; buenísimos sí, pero no menos que el sandwich de roastbeef con salsa de mostaza, la otra alternativa, junto a la ensalada César, que hay para elegir. Nada más, es la suma exacta para un brunch. Añadir más platos solo llevaría al empacho. Domingos, de 09:30 a 16h.
*fotos: Aída Rebordinos
