Que Asturias es una de las comunidades autónomas en las que mejor se come es algo que no hay quien discuta. Pero lejos de esa fabada asturiana que se levanta como icono gastronómico de la zona, ha sido el cachopo -una elaboración mucho más sencilla- el que ha conseguido asentarse en la capital en los últimos años. Y no es para menos, sin perder la calidad de sus ingredientes recién llegados del Principado, el cachopo tiene todo para gustar (carne + queso + empanado). Si encima la receta es gourmet y se prepara con productos de primera calidad, imposible no caer rendido ante sus encantos. Eso lo saben bien en La Madreña que, en cualquiera de sus tres sedes (dos en la zona de Legazpi y una más en plena Castellana), nos proponen probar la versión más premium de este plato.
El cachopo tradicional se prepara con un fino filete de ternera, jamón serrano y queso, y se empana. Además, suele acompañarse de una abundante ración de patatas fritas y, en función del local asturiano al que recurramos, este plato generoso -el tamaño del cachopo suele invitar a compartir- puede llevar también pimientos asados. Dicho esto, olvida todos los convencionalismos porque en La Madreña han querido ponerle un sello de la casa muy reconocible a sus cachopos que, además, envían a domicilio.
CACHOPOS Y MUCHO MÁS
Antes de que se nos parta el corazón tratando de decidir cuál de los trece cachopos en carta tiene que estar sí o sí dentro de nuestra comanda, elegiremos algunos entrantes. En la larga lista de picoteo que puede cumplir esa función de abrir el apetito hay dos claros imprescindibles: El Pastel de Cabracho y el Chorizo a la sidra cocinado a baja temperatura durante 12 horas. El primero de ellos será, sin lugar a dudas, una de las mejores elaboraciones preparadas con este pescado poco agraciado a la vista pero exquisito al paladar. Si quieres dejar hueco para todo lo que está por venir, con media ración será suficiente porque sí, es realmente adictivo. Tras él, y sin dejar atrás la esencia de la tierrina (que por algo estamos aquí), un must es su Chorizo a la sidra: nada graso y muy jugoso; ha sido preparado a baja temperatura durante 12 horas y, claro, el gusto agradece la dedicación.
Antes de pasar a degustar el leitmotiv de La Madreña, hay un pequeño ‘bonus track’: sus fabes. Como todo buen asturiano, en tiempo de frío saca sus armas más potentes. No dejes de probar su Fabes con almejas de Carril, una receta tan bien ejecutada que sentirás que el Paraíso Natural está mucho más cerca. Y ahora sí, esos cachopos gourmet centran el foco de atención. Entre todos ellos, hay uno que llama poderosamente la atención del comensal y no es para menos. Se trata del Cachopo de merluza relleno de centollo vivo, toda una revolución que descolocará a los más puristas, pero deleitará a quienes no temen a la innovación. Llega a la mesa en forma de rulo regado con una salsita de tomate muy sabrosa y dentro de la masa fina que lo cubre encontramos un corazón que sabe a puro mar, gracias a la merluza y el centollo.
Más cercana a la versión tradicional -que también tiene su espacio en la carta de los tres locales de La Madreña- encontramos el Cachopo de solomillo de ternera asturiana con jamón y queso. Además de servirse en versión individual, perfecta para quienes rehúsan compartir su comida, merece la pena probarlo por la jugosidad de una carne de ternera muy blandita y un rebozado nada pesado. Además, aquí sí, hay ración de patatas fritas para dippear con la salsa de mayonesa casera que viene sobre la tabla de madera en la que sirven este cachopo más carnívoro.
Una vez que nos hemos entregado por completo al plato fuerte, no podemos irnos sin acompañar la sobremesa de su opción dulce más popular: la Tarta de queso, una receta tradicional acompañada de mermelada de frutos del bosque. Cremosa y suave, es una verdadera delicia para los amantes de este postre que recuerda a las tartas de la abuela. Esa abuela asturiana que, además de hacer la mejor fabada, cuida su huerto con sus madreñas -zueco de madera utilizado por las mujeres en las zonas rurales del norte- puestas. Una estampa llena de amor a la tierra y a la tradición, dos de los ingredientes que también encontramos en esta Madreña gastronómica.
EL IMPRESCINDIBLE es cualquiera de los cachopos de su carta porque todos ellos tienen algo que les hace especial. Pero, por diferente, nosotros nos quedamos con el Cachopo de merluza relleno de centollo vivo.
FÍJATE EN… Si vas al local de la Castellana, no puedes dejar de disfrutar de cada uno de los detalles de su cuidada decoración y, por supuesto, dejarte mimar por el trato exquisito de su personal.
* Fotos: Alfonso Ondarroa