‘Badila’, lo tradicional triunfa

A solo unos pasos de la bulliciosa plaza de Tirso de Molina se encuentra la Taberna Badila. Un tranquilo local, que pasa inadvertido para muchos y que oculta en su carta grandes platos de gastronomía tradicional pero con un toque moderno. Una sencilla, pero efectista, reforma de la iluminación y ciertos toques rústicos han conseguido convertir este restaurante en poco tiempo en uno de los más visitados de la zona de Lavapiés.

Miguel, su propietario, se encarga personalmente de la cocina y también de escoger en distintos mercados y establecimientos del centro de la ciudad cada uno de los productos. La condición indispensable es que sean frescos, de calidad y de temporada. Por eso la carta va cambiando periódicamente en función de las estaciones. Además, cada cierto tiempo aparecen nuevos platos, porque su curiosidad culinaria es inagotable. Su lema es: prueba, ensayo, error. Y así va experimentando en sus fogones con distintos alimentos, hasta que consigue dar con las recetas que más se adecuan al restaurante y a su público.

Entre sus apuestas destaca el estofado de ciervo, los chipirones en su tinta con puré de boniato o la brandada de bacalao. Además siempre hace hueco para platos marroquís, mexicanos, tailandeses o japoneses. Las raciones son generosas, los precios muy competitivos y la comida realmente exquisita. Pero sin duda lo que hace que la Taberna Badila sea especial es el menú diario, de día y de noche (más elaborado éste útlimo), ambos con gran variedad de opciones, entre primeros y segundos. Un consejo: por la noche y los fines de semana recomendamos llamar por teléfono antes para conseguir sitio en este sencillo y acogedor restaurante que está dando mucho que hablar. Cada vez somos más los que creemos que es una pequeña joya gastronómica en el corazón de Madrid.

*fotos: Yaiza Velázquez