Los domingos suelen ser los días de la semana que elegimos para quedarnos en casa y mantener nuestra posición horizontal en el sofá durante unas cuantas horas. Sin embargo, ahora que la primavera ya está aquí, cada vez apetece más hacer planes y ocupar la jornada dominical con actividades que rompan radicalmente con nuestra rutina. Por eso, hace tan solo unos días vivimos la exclusiva experiencia Priceless, patrocinada por Mastercard, que nos regaló uno de esos domingos que merecen mención aparte.
Nuestra cita comenzó temprano en el Museo Reina Sofía, pero el madrugón mereció mucho la pena. La pinacoteca madrileña nunca decepciona por la cuidada selección de sus exposiciones temporales y, por supuesto, por las maravillas que alberga de forma permanente. Y, si bien es cierto que decidirse por una visita al museo el domingo puede ser un gran plan, también sabemos que este es el día en el que suele haber más turistas y vecinos de la ciudad interesados en este plan cultural. A sabiendas de ello, Mastercard nos ofreció una oportunidad imposible de rechazar: visita privada y guiada por el Reina Sofía un domingo antes de su apertura.
En nuestro caso vimos la exposición ¿La guerra ha terminado? Arte en un mundo dividido (1945- 1968) situada en la cuarta planta del edificio. Las visitas exclusivas organizadas por Mastercard se llevan a cabo con un grupo reducido de personas y fuimos guiados por una experta que puso las palabras a las diferentes formas artísticas que pendían de las paredes de la pinacoteca. Si bien esta colección del Reina Sofía no es demasiado popular entre el gran público, a través de ella pudimos comprender algo mejor el arte en un momento histórico como este gracias a las obras de Picasso, Miró y otros autores menos sonados como Luis Feito, cuyas creaciones nos entusiasmaron. Además, por supuesto, el hecho de estar en un museo a primera hora de la mañana y con solo una decena de personas más, hace de esta visita todo un lujo.
Y tras algo menos de una hora deambulando y empapándonos de arte en la cuarta planta del Reina Sofía, llegó el momento de disfrutar de la calma de los domingos. La experiencia Priceless se completó con un desayuno en la Taberna Arzábal, con una amplia selección de frutas frescas, embutidos, dulces caseros y, por supuesto, ese imprescindible café. Además de las cuestiones exclusivamente gastronómicas, todos los detalles están cuidados en el restaurante que se ubica en la planta baja del museo y en el que no faltan las flores frescas sobre la mesa y la luz cálida de esta primavera tímida reflejándose en sus múltiples espejos. Y así, con el dulce sabor de su repostería, el aroma a café y la calidez del momento, superamos con creces esa tentación de malgastar los domingos en horizontal.
Esta misma experiencia volverá a tener lugar dentro de tan solo unos meses. Por eso, si tú también quieres vivir experiencias exclusivas como esta solo tienes que ser titular de una tarjeta Mastercard. Puedes informarte de las próximas actividades en este link.