Los 12 finalistas de la tercera jornada del III Campeonato ‘Demos la vuelta al día’, embarcados desde el pasado mes de mayo en un intenso proceso de formación de la mano de reputados chefs y empresas de restauración, acaban de concluir su tercera jornada de aprendizaje, la penúltima antes de la gran final de esta tercera edición del campeonato. Una masterclass organizada en el centro de la ciudad, en la escuela de cocina y librería A Punto, en la que se han sumergido de lleno en la elaboración de panes artesanos y creativos, dulces para cometer más de un pecado, y bocados al más puro estilo street food.
Al igual que en la primera de las jornadas, en la que los 12 elegidos -seis chefs y seis foodies– contaron con los consejos y directrices de grandes de la gastronomía como Mario Sandoval -con dos estrellas Michelin-, Kiko Moya, artífice del restaurante alicantino L’escaleta -también con una estrella Michelin-, y la actriz y profesora de teatro Teresa Calo, en esta ocasión han sido otros tres reputados cocineros los invitados para transmitir su pasión por la cocina y sus secretos.
El primero en ponerse tras la mesa de trabajo ha sido Daniel Jordá, al frente del ‘laboratorio’ de ideas Panes Creativos y conocido como el ‘Ferrán Adrià’ de los panaderos; su pasión por la panadería más imaginativa le ha llevado a revolucionar el sector con sus creaciones -suyos son los panes de colores, hechos con tomate, tinta de calamar o chocolate blanco con fresas que abundan en muchos restaurantes de moda-. Durante tres horas, los finalistas han amasado, han dado forma y han horneado panes tan singulares como uno de espelta, zanahoria y nueces, pan venezolano y el más espectacular de todos, un trampantojo de pan de sandía elaborado en varios tiempos.
Rompiendo el orden lógico de un menú, los dulces han sido los segundos en salir a escena, de la mano de la segunda y tercera generación de una de las sagas pasteleras más conocidas de la ciudad: el Horno de San Onofre. Daniel Guerrero y Ana -padre e hija-, acompañados por Paco, el veterano del obrador, han introducido a los asistentes en el mundo del chocolate y todos los secretos que encierra un postre como una bola de chocolate, aparentemente indestructible pero que acaba derretida al verter sobre ella un poco de chocolate caliente, dejando al descubierto su interior: un relleno de frutos rojos y citronella.
Y tras el postre, los platos fuertes del día al más puro estilo street food: un pulled pork (cuyo pan de mollete fue elaborado en la primera parte de la jornada con el genial Daniel Jordá) y un bao de pato cocinados bajo las directrices de Javier Brichetto, el ganador del concurso de televisión ‘Cocineros al Volante’ y conductor del food truck El Briche Ahumado. Con sus bocadillos, que de simples tienen poco -aguja de cerdo y pato marinados en especias, cocinados lentamente y terminados en su particular horno ahumador, acompañadas de encurtidos y ensalada de col (coleslaw)-, ha demostrado que la cocina en miniatura también puede ser catalogada como alta cocina. Ese ha sido el punto y final de una jornada que ha dejado un buenísimo sabor de boca en los finalistas, que ya están pensando en el siguiente reto antes de la ansiada final en la que solo dos -uno en la categoría chef y otro en la de foodie– serán los vencedores.