Después de unos cuantos viajes, uno se da cuenta de que la aventura no empieza cuando te subes al avión, que va, todo comienza mucho antes, justo en el preciso momento en el que decides que quieres hacer un viaje. Y es que buscar entre cientos de ofertas de hotel sí que puede ser toda una aventura; uno puede llegar a desesperar hasta que encuentra aquel que reúne los tres requisitos fundamentales del alojamiento perfecto: que se adapte a lo que quieres, que tenga todo lo que necesitas y que te lo puedas permitir. Parece sencillo, ¿verdad? Pues no lo es, y por eso hemos preparado un decálogo de consejos que seguro que te sirven de ayuda si eres de esos afortunados que ya está pensando en su próxima escapada:
1. Tener claro el destino. ¿Una obviedad? No tanto, porque cuando ni siquiera se tiene claro el destino, de buscar hotel ni hablamos. Por eso, lo mejor es saber dónde se quiere ir para empezar a buscar dónde queremos pasar la noche.
2. Elegir el tipo de alojamiento: Apartamento, apartamento equipado, casa de huéspedes (o homestay), hostal, hotel, hotelazo… Todo depende del presupuesto y del tipo de viaje que vayamos a hacer.
3. Motivo del viaje: si se trata de una escapada romántica, quizá lo mejor sea un hotel, por aquello de contar con mayores servicios y mayor nivel de privacidad; pero si vas a hacer un viaje con amigos, a lo mejor os encaja más una casa de huéspedes o un apartamento.
4. El precio es quizá la cuestión más diferencial a tener en cuenta a la hora de reservar un hotel. La pauta la marca lo que cada uno pueda o lo que esté dispuesto a pagar. Pero que no cunda el pánico, porque se pueden encontrar buenas ofertas de menos de 40€ la noche, aunque por supuesto todo depende de lo que cada uno considere ‘bueno’ en función de sus necesidades.
5. Saber con quién vas a viajar, porque no es lo mismo buscar un alojamiento para ir con tu pareja que para viajar con tus amigas en plan juerga total, o para una reunión de trabajo que tiene lugar en las afueras de una gran ciudad.
6. Localización del hotel. Una cuestión fundamental en la mayoría de los casos, porque de ella depende que el hotel se convierta realmente en tu casa durante el tiempo que estés de viaje, un sitio cómodo al que acudir cada día después de patear la ciudad. Aunque si lo que buscas es un hotel para no salir de él durante tu estancia, lo realmente importante está en el siguiente punto de este decálogo.
7. Tener claras las necesidades, como wifi gratuito, conexión a internet, jacuzzi en la habitación, sala fitness, tratamientos de belleza y circuito spa, piscina… No solo el precio final dependerá de ello, sino tu propia experiencia de viaje, en el caso de que no cubra tus necesidades básicas durante la estancia que deseas.
8. Tipo de oferta gastronómica. Quizá te conformes con tener una nevera en la que puedas conservar alimentos frescos comprados en el super que hay al lado del apartamento, o por el contrario quieras disfrutar de una cena de altura en el espacio gourmet del hotel. Lo importante es que lo sepas con antelación para que después ni tú ni tu bolsillo os llevéis sorpresas al hacer el check out.
9. Número de estrellas. Solemos fijarnos en el número de estrellas que tiene un hotel para hacernos una idea de su nivel de calidad. Pero no hay que olvidar que no todos los países se rigen por la misma clasificación; por eso no todos los cuatro estrellas son iguales. Para evitar sorpresas, lo mejor es echar un vistazo a las fotos -confiando en que sean las auténticas del hotel- y a los servicios con los que cuenta el hotel, que será lo que en última instancia determine su calidad.
10. Es el momento de visitar un comparador de hoteles online que te facilite la vida: son una muy buena opción, porque te permiten realizar búsquedas y comparar hoteles que se ajusten a tus criterios. Uno más que recomendables es el de HotelsCombined, que con un solo click te permite realizar búsquedas superajustadas a tu perfil, tanto para viajar al extranjero como para organizar un fin de semana especial en Madrid. Y además tiene versión app, lo que lo hace todo mucho más fácil estés donde estés. En cualquier caso, lo importante es saber que los comparadores no hacen milagros, pero hay que reconocer que te lo ponen todo mucho más fácil desde el principio, tanto que dan ganas de ponerse a pensar en el próximo destino cuando ni siquiera has vuelto a casa de tu viaje.