Nordés en gallego significa viento del noroeste. Un viento que sopla en cualquier época del año y cuya presencia se asocia siempre a una mejoría del tiempo, por lo que su llegada siempre es sinónimo de gratas sensaciones. Algo muy similar a lo que ocurre cuando abrimos una botella de Nordés y percibimos los irresistibles aromas de esta ginebra procedente de Galicia: sabemos que algo muy bueno va a ocurrir. Y es que Nordés ha sido elaborada con productos autóctonos de la tierra (aguardiente de vino de uva albariño, base del producto, y once botánicos, seis de ellos silvestres y genuinos de Galicia) que aportan a esta Atlantic Galician Gin su inconfundible y cautivador carácter.
¿Y cuál es la mejor forma de disfrutar Nordés Gin? A diferencia de la multitud de aderezos y mixers con los que habitualmente nos sirven los gintonics en barra, sus creadores defienden eso de ‘menos es más’ y proponen un perfect serve muy sencillo que todos vamos a poder poner en práctica. Sin frutas exóticas ni botánicos inasequibles, sólo es necesario un vaso de tubo ancho, hielo, tónica y una hoja de salvia para degustar este destilado premium como se merece. Pero vamos por partes.
Elegimos un vaso de tubo ancho que potencie la riqueza aromática de la ginebra. No es una copa señorial, como las habituales copas de balón, pero en cambio ayuda a percibir mejor el carácter de la ginebra que tenemos entre manos. Este se llena con tres hielos gruesos y compactos -si son de agua mineral, mejor- que deben introducirse en el vaso, el primero de pie y los otros dos tumbados. Una colocación que ayuda a dejar hueco a la ginebra que conviene servir utilizando un medidor para añadir la dosis óptima de ginebra: 5 cl. Para los que se pregunten si es necesario que esta se sirva fría, porque les gusta conservar la botella en la nevera, la respuesta es que ‘sí es posible, pero no indispensable’.
No hay dudas, en cambio, en cuanto a la tónica: si queremos preservar los aromas de la ginebra, lo mejor es una tónica neutra, estilo indian tonic. Ésta ha de verterse sobre la pared interior del vaso ligeramente inclinado o sobre el hielo, siempre suavemente, para evitar que se rompa la burbuja. Añadimos a continuación una hoja de salvia, que es uno de los botánicos utilizados en su elaboración, que nos ayudará a resaltar aún más el inconfundible sabor de Nordés. La ‘asustamos’ (posamos la hoja en una mano y le damos una palmada con la otra) para abrir las esporas y se incorpora a la copa. Finalmente, damos una vuelta con la cuchara para integrarla correctamente con el resto de ingredientes, ¡y listo!
Tenemos entre manos un gintonic con alma gallega que, como la tierra de donde procede, invita siempre a tomar uno y mil tragos porque…¿a quién no le gusta repetir sensaciones inolvidables?
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