Tras el proceso de selección que tuvo lugar en el evento Día de Feria el pasado 21 de mayo, se pone en marcha el campeonato Demos la vuelta al Día, donde los doce aspirantes seleccionados, seis foodies y seis chefs, lucharán por cumplir el que quizás sea uno de sus más preciados sueños. Desde conseguir un stage en un restaurante con estrella, como le sucederá al ganador de la categoría profesional, a realizar un viaje gastronómico por los restaurantes más prestigiosos del país, uno de los premios que espera al ganador de la categoría foodie que participa en esta apasionante experiencia que culminará el próximo mes de noviembre.
Por eso, de cara a la gran final, los 12 participantes inician un proceso de formación integrado por diferentes masterclass en la escuela de cocina de la librería A Punto, que serán impartidas por algunos de los chefs más importantes de nuestro país, así como por destacados profesionales relacionados con el mundo de la gastronomía, que intentarán orientar a los ‘becados’ en su camino hacia el triunfo. Las primeras lecciones, que el equipo de Madrid Diferente también tuvo el honor de presenciar, contaron con unos profesores de lujo: el primero, Mario Sandoval, chef con dos estrellas Michelin del restaurante Coque y presidente de la Federación de Cocineros y Reposteros de España (Facyre), Kiko Moya, artífice del restaurante alicantino L’escaleta, poseedor también de una estrella Michelin y tres soles de la Guía Repsol, y la actriz y profesora de teatro Teresa Calo.
Diez intensas horas
Como es lógico, los dos primeros se ocuparon de las lecciones culinarias, poniéndose a cocinar mano a mano con los participantes, y compartiendo técnicas, secretos y hasta sartenes para cocinar algunos de los platos más celebrados de su recetario. Piñón hidrolizado con helado salado, Gastrogenómica de verduras, Trucha de río curada en salazón o Coral de chocolate en diferentes texturas, son algunas de las creaciones que el veterano cocinero quiso compartir durante las más de dos horas que duró la clase, tiempo en el que incluso hubo hueco para algunos consejos prácticos sobre cómo emplatar las distintas preparaciones. La masterclass de Kiko Moya, por su parte, estuvo más orientada a mostrar el lado humano de los chefs, el valor del aprendizaje y la tradición, así como la actitud, una característica imprescindible de cara a abordar temas de carácter más empresarial, como la selección de proveedores, la gestión de equipos o los temas financieros. Todo ello mientras preparaba, entre otros, un Cremoso de mostaza con hierbas recién cortadas o un espectacular Arroz seco de pata y anguila, que pudimos disfrutar finalmente todos los allí presentes.
Si para nosotros ya era emocionante estar tan cerca de dos maestros y poder saborear algunos de sus mejores platos, no queremos imaginar lo que la experiencia supuso para los concursantes que emplearon todo el tiempo de descanso en completar sus notas y comentar anécdotas e impresiones con sus compañeros. Un tiempo necesario también para relajarse y cargarse de energía de cara a la siguiente clase magistral, la de Teresa Caro, dirigida fundamentalmente a explotar las dotes de comunicación de cada uno de los alumnos. Y decimos ‘cada uno’ porque todos ellos, sin excepción, se sometieron al análisis de la actriz que, después de hacerles ver sus defectos, tics y vicios de expresión, pudo sugerirles algunas prácticas y consejos personales orientados a ganar seguridad y expresar mucho mejor su trabajo.
Así culminó una intensa jornada (casi 10 horas de duración) de la que estamos seguros todos los asistentes sacarán buen provecho. Pues, al fin y al cabo, su objetivo no era otro que elevar el nivel de una competición que, como en las anteriores ediciones, irá creciendo en interés y calidad. Y nosotros daremos buena cuenta de ello, no os quepa duda.