‘Demanila’, la ginebra 100% artesanal hecha en Madriz
En el mundo de los disfrutones de la ginebra tenemos a tres grupos muy bien diferenciados. Primero están esos a los que les da un poco igual qué marca tomar: mientras se pueda beber, ¡que nos quiten lo bailao! Después tenemos a quienes tienen una favorita por excelencia: aquella que beben desde tiempos insospechados y preferirían refrescarse con agua en medio de una fiesta antes que pedir otra. Por último están los que a base de probar y probar saben muy bien lo que quieren; quienes después de años catando se quedan con la que más les convence a su paladar porque tiene una personalidad única. Si somos de los últimos estamos de suerte. Ha nacido una ginebra madrileña madrileña, de las que entiende nuestras ganas, nuestro amor por la ciudad y nuestro empeño cada vez mayor por beber algo especial, de calidad. Se llama Demanila y es una chulapa que agarra todo el arte de la capital en una botella.
Demanila ha nacido con una intención muy clara y perversa: exprimir la esencia de Madriz (sí, con z) y hacer una ginebra inolvidable con ella. Pero ¿cuál es la esencia de Madrid? Ya lo sabemos todos: la fusión de lo viejo y lo nuevo, el cuidado de lo artesanal, esa tradición canalla que nos hace tan felinos, frescos, amables y descarados. Somos los ciudadanos que salimos sin planes y terminamos pasando el mejor día -o noche- de nuestras vidas. O los que hacemos todos los planes del mundo y terminamos con un buen copazo recogidos en un piso y, oye, tan a gusto. De todo hay en la casa que es Madrid. Un Madrid que no duerme, pero que sueña siempre.
¿CÓMO ELABORAN DEMANILA?
Esta ginebra se elabora macerando los botánicos que más nos representan. Con una base de alcohol vínica que introducen en un antiguo alambique de cobre recuperado de 1961, resultando un aguardiente que después dejan en reposo. En el proceso de filtrado mantienen los aceites esenciales que le ayudan a potenciar el aroma y el sabor, dándole a Demanila cuerpo y personalidad propias de una ginebra 100% artesanal. Así es como consiguen un producto que busca insaciablemente la esencia, la pureza y la calidad.
¿El resultado? Una ginebra desenfadada, equilibrada y que evoluciona muy bien en nariz. De aromas intensos a cardamomo y enebro con notas de los cítricos más dulces. Cuando su frescor entra en la boca nos damos cuenta de esa personalidad de la que hablábamos. De las que arrasa a base de London Dry y esa mítica sequedad que te hace querer más. Ahí es donde encontramos los botánicos esenciales, matices especiados y cítricos anaranjados acompañados de detalles florales, como el de la flor de malva.
Demanila se toma como cada uno quiera, que para eso es una pócima que potencia la personalidad. Pero si tenemos que recomendar algo, nos quedamos con una clásica mezcla con tónica y un trocito de piel de naranja (si puede ser naranja nacional, ¡mejor que mejor!). Así es como conseguiremos resaltar todos los aromas y sabores de nuestro gin. ¿Para terminar? Un grupo de amigxs y una terraza, que ahora con el buen tiempo es lo que más apetece. Además, ¿hay algo más madrileño que ‘lagartear’ al sol en el Retiro? Tomar el aperitivo, dominguear en La Latina o ‘canallear’ por Malasaña.
Dice el chotis que «adonde vas con tu mantón de Manila», y nosotros le diríamos que ‘a la verbena con nuestra copa de gin Demanila’.
¿DÓNDE COMPRARLA?
Por el momento puedes comprar Demanila Gin en la página web de Dstila
