En estos días sale a la venta los abonos de todos los festivales para el año que viene, comienza la cuenta atrás para disfrutar de esos maravillosos días entre amigos, pero ¿qué harías si tuvieras que pasar un día entero en un festi con alguien que no quiere acompañarte a los conciertos que te gustan?
Mientras para ti el indie lo es todo, tu acompañante no quiere perderse por nada del mundo el concierto de Princess Nokia. Comienzan así las primeras quejas sobre qué grupos ir a ver, mientras tanto, tu sigues sin poder explicarte cómo J Balvin y Neil Young actuarán en el mismo escenario. Pero entonces te paras y piensas: ¿qué tiene de malo descubrir nuevos grupos de música? Quién sabe… lo mismo te acabe gustando alguno.
Te planteamos otra situación: recién llegado de Inglaterra, tu amigo “el guiri” decide acompañarte al BBK, pero no consigue entender qué tiene de especial la mezcla de música tradicional gallega y electrónica de Baiuca. ‘‘¿Por qué narices no se habrá quedado en su ciudad?” – piensas. Pero entonces suena de fondo Liam Gallagher y os olvidáis de la discusión sobre que país tiene mejores grupos.
Nos creemos muy tolerantes, pero criticamos todo aquello que se aleja de nuestros gustos. ¿Por qué no pueden un guiri y un vasco brindar con un gintonic con patxarán? ¿O por qué no pueden dos personas celebrar el indie y el trap en un concierto de Yung Beef? ¡Que más da si subes un vídeo a Instagram o si decides dejar el móvil en el bolsillo para disfrutar de tu canción favorita!
Porque, al fin y al cabo, cuando conseguimos ponernos en los zapatos de los demás, el más indie es capaz de moverse a ritmo de trap; y hasta la más purista puede llegar a compartir un story con la postureta del lugar. Sin complejos, sin barreras, sin edades, sin estereotipos… sin juzgar. Los festivales de música son una experiencia extraordinaria donde cada uno se sienta en la libertad de expresarse de la forma que desee.
Festivales con Resp3ct
Si alguna vez has ido a un festival, seguro que te ha llamado la atención la variedad de gente que hay a tu alrededor: el instagrammer, el music lover, el acompañante cruzado de brazos, el guiri que lo baila todo, etc. Y es que, cada vez son más los festivales que rompen con las normas y apuestan por la inclusión de géneros urbanos, lo que despierta haters y lovers a partes iguales que, entre canciones de Carolina Durante y Bad Gyal celebran la diversidad.
Vivimos en una sociedad cada vez más complicada, donde lo diferente no siempre gusta, pero al final, no importa el tiempo ni el lugar, la música tiene rasgos comunes que acaban uniendo a las personas. Al final, un festival no es más que la excusa para salir, pasarlo bien, conocer gente y aprender a ver la vida desde otra perspectiva. Porque todo hoy en día es cuestión de actitud, y tener solo un punto de vista resulta muy aburrido.
Y así lo ha demostrado Beefeater con su nueva campaña “Respect”. El respeto es hoy más necesario que nunca, todas las ideas, los gustos, las opiniones son respetables si están basadas en la tolerancia. Bajo el hashtag #RESP3CT, Beefeater se ha propuesto mover conciencias, uniendo a personas completamente diferentes entre sí para demostrar la importancia de reconocer las emociones de la otra persona. Un propósito que, forma parte de la personalidad más fiel de Londres, una de las ciudades más multiculturales y diversas del mundo y el origen de esta ginebra.
Porque lo importante no es convertirse en el otro, es entenderle