Estrenar coche es como ser un niño con zapatos nuevos, sobre todo cuando la financiación de coches nos permite pagar con cómodos plazos este pequeño tesoro que, Madrid mediante, nos puede servir para darnos alguna pequeña escapadita fuera de la ciudad.
Incursiones o no, no hay motivos para no financiar el coche, ya que podemos alargar los plazos de devolución y no dejar nuestra cuenta tiritando por pagar al contado. La ventaja es tanta que, incluso los concesionarios, prefieren que los coches los financiemos antes que apostar por el pago al contado.
Sin embargo, siempre tendremos la duda: ¿con quién financio: banco o concesionario? Dos caminos, bien asfaltados en ambos casos, pero que suponen una decisión clave para saber de dónde sacar el dinero que nos permita ponernos al volante.
Las ventajas del concesionario son claras, pues cuando tenemos claro el coche que queremos —y esta compra no suele ser muy temperamental— es un crédito muy rápido, porque lo firmamos con la propia marca. Además, si no tenemos intención de amortizar o cancelar el crédito con rapidez, mucho mejor.
El banco, por su parte, también tiene sus ventajas a la hora de financiar un coche. Tanto si necesitamos una financiación total —recordemos que los concesionarios suelen tener cuotas de entrada o de salida elevadas— o una cantidad pequeña —apenas un crédito— es una buena opción.
En el mismo sentido, si somos de esos que no podemos aguantar tener más letras de las que ya tenemos y nos gusta quitarnos los pagos de los créditos de encima, los bancos suelen ser más propensos a permitir la cancelación del crédito, además de ofrecer —por regla general— mejores condiciones de TIN y TAE que las que ofrecen los concesionarios.
Ahora solo queda decidir en qué coche quieres redescubrir Madrid y sus alrededores.