Desplazarse en tren tiene un encanto único: el sonido de los raíles, los paisajes que van transformándose tras el cristal y la sensación de que el trayecto forma parte de la aventura. Madrid, corazón ferroviario de España, no solo conecta casi todas las ciudades de la geografía nacional, sino que también abre la puerta a destinos internacionales. Desde la capital es posible emprender el viaje hacia países vecinos como Francia y Portugal, y desde esos lugares acceder al resto de Europa.

A lo largo de este artículo contaremos cuáles son las rutas más destacadas y qué debes tener en cuenta para tener una experiencia segura y cómoda, destacando la importancia de contratar un seguro de viaje antes de iniciar cualquier trayecto.

Francia: el acceso más inmediato al continente

Francia es el destino internacional más próximo y accesible desde Madrid. Las conexiones de alta velocidad permiten, en un tramo reducido de tiempo, alcanzar varias ciudades emblemáticas galas y, desde cualquiera de ellas, avanzar hacia el resto de Europa.

Madrid – Marsella. El trayecto en AVE Madrid–Marsella se resuelve en siete horas y media, ofrece un recorrido pintoresco por Cataluña, sobrevuela la frontera hispanofrancesa y se desplaza por la costa mediterránea gala.

Madrid – Lyon. Desde la capital de España el trayecto hacia Lyon, corazón de la Francia continental y capital del Ródano-Alpes, dura unas ocho horas. Esta alternativa se adapta a quienes muestran interés por conocer la región de Auvernia-Ródano-Alpes y la célebre gastronomía de la zona.

Madrid – París (con escala). Hoy no hay AVE directo para unir Madrid y París, pero se puede enlazar un trayecto de AVE y un TGV. La opción más frecuente es partir hacia Barcelona y, de ahí, continuar por TGV a la capital francesa. La duración total oscila entre diez y once horas, tiempo que se compensa con la comodidad del trayecto y las vistas.

Portugal: la ruta hacia el Atlántico

El anhelo de explorar el país vecino se puede convertir en realidad gracias al ferrocarril. En la última década, las infraestructuras de alta calidad han enlazado España y Portugal, dotando al viajero de opciones nocturnas y diurnas.

Madrid – Lisboa. El recorrido clásico es el tren nocturno que conecta Madrid con Lisboa en unas diez horas. Se trata de una forma de viajar sin perder el tiempo y con el encanto de los trenes nocturnos.

Madrid – Oporto (con enlace). Llegar a Oporto desde Madrid requiere tomar un tren hasta Vigo y luego enlazar con un tren regional portugués. Este viaje permite descubrir Galicia antes de cruzar la frontera.

Así, Portugal es un destino ideal para quienes buscan un ambiente más relajado, con la oportunidad de recorrer su costa atlántica, ciudades históricas y pueblos con encanto.

Más allá: conexiones hacia Europa

Desde Madrid, el recorrido por tren se extiende más allá de las fronteras ibéricas hacia todo el continente tras llegar a las estaciones de París, Lyon o Marsella.

  • Italia: enlazando desde Marsella, los trenes hacia Milán, Génova o Turín son regulares.
  • Suiza: los trenes desde Lyon o Marsella llegan fácilmente a Ginebra o Lausana y, desde París, trenes de alta velocidad acceden a Zúrich o Basilea en cuestión de horas.
  • Alemania: desde París parten trenes de alta velocidad hacia Frankfurt, Stuttgart o Múnich.
  • Bélgica y Países Bajos: a través del Thalys o del Eurostar, París asegura el trayecto a Bruselas en poco más de 60 minutos y a Ámsterdam en poco más de 3 horas, confirmando la rapidez del trayecto.
  • Reino Unido: el Eurostar conecta París y Londres en poco más de 2 horas. Así, la capital británica aparece como un objetivo que puede alcanzarse desde Madrid y ser recorrido en un solo día, incluyendo escalas.

El seguro de viaje, fundamental

El trayecto en tren, sinónimo de comodidad y reducción de la huella de carbono, exige un diseño previo para que cada viaje sea un éxito.

Lo más importante antes de empezar a viajar es contar con un buen seguro.

Los imprevistos pueden ocurrir: un retraso, una cancelación, un problema de salud o la desaparición del equipaje. Para estar protegido ante estas circunstancias, la contratación de un seguro de viaje es la mejor decisión.

Un seguro adecuado se ocupa de los gastos médicos y de compensaciones por incidentes en el transporte. Además, ofrece asistencia en ruta y en estaciones internacionales, un servicio inestimable cuando no se domina el idioma local o se requiere atención inmediata.

Otros consejos de planificación

Para finalizar, hay otras medidas a tener en cuenta para disfrutar del viaje sin sobresaltos:

  • Compra anticipada de pasajes: en el caso de los recorridos internacionales, el precio de los billetes varía mucho según la fecha de compra.
  • Verifica los enlaces disponibles: Madrid no siempre dispone de un tren directo hacia el destino elegido. A menudo, una sucesión de conexiones cuidadosamente planificadas puede ofrecer la misma comodidad, además de la oportunidad de explorar trayectos de interés.
  • Calcula el tiempo total: si bien la duración de ciertos viajes supera la de un vuelo, el tren elude los desplazamientos prolongados hacia el aeropuerto y los largos controles de seguridad.