Que se puede dar la vuelta al mundo, gastronómicamente hablando, sin salir de Madrid, es un hecho. Y en esta ruta de cocinas planetarias, contamos con una parada obligada para los aficionados a la comida asiática: Toy Panda. Un local especializado en bocados tan populares como los dim sum –empanadillas rellenas que vienen a ser unas ‘tapas’ orientales– y los baos taiwaneses –esos bocadillos de pan al vapor que son cada vez más populares por estas latitudes–. Cocina con sello cantonés que en China es típica de las reuniones familiares y que aquí se convierte en una práctica propuesta para una comida informal o para llevar a casa.
DIM SUMS Y BAOS
En Toy Panda, estas empanadillas de harina de trigo cocidas al vapor, se preparan con ingredientes tradicionales de la cocina china, como el cerdo o las setas. Los favoritos suelen ser el Xiao Long Bao, con carne de cerdo y caldo (3 piezas por ración), el Xiajiao de gambas frescas, con un sabor y textura memorable, y el Guotie de verduras, por la frescura del relleno. En cuanto a los baos, propuestas pensadas para el público ávido de sabores potentes y originales, como el bao taiwanés de tempura tigre (langostino tempurizado), el duck bao, con carne de pato, o el squid bao, que contiene calamares en tempura, con una salsa japonesa ligeramente picante, o lo que es lo mismo, una adaptación de nuestro clásico bocatas de calamares.
Y es que los propietarios de Toy Panda reconocen que la comida está pasada por el tamiz del gusto castellano: no hay especias chocantes, los ingredientes son locales y se ha prescindido de recetas que puedan resultar demasiado sorprendentes a nuestros paladares. Pero como un primer acercamiento a una típica comida china, y sobre todo, como un rico tentempié con aroma asiático, hay que apuntarse la dos direcciones de Toy Panda como lugar para repetir excursión gastronómica. La primera en Malasaña, el barrio trendy por antonomasia (Espíritu Santo, 7), y una segunda en el barrio de Las Letras, zona frecuentada por gente joven y con ganas de fiesta (siempre, preferiblemente, después de haber llenado el estómago) y de obligado paso para turistas, otro público que va a agradecer encontrar este establecimiento de street food asiática en su camino.
Y si hablamos de cocina popular tenemos que hablar también de precios asequibles, el restaurante ofrece la posibilidad de configurar tu propio menú, con distintas raciones de dim sum y baos a precios imbatibles. Aunque seguro que el pedido va a más; pues los rollitos, ensaladas y sopas que también ofrecen ambos locales no merecen ser ignorados.