La puccia es un sándwich de forma circular, original de las provincias italianas de Salento y Taranto, que se rellena de finas capas de verduras, carnes, quesos y aderezos. A simple vista nos parecerá muy similar a la pita griega, y no es de extrañar porque Puglia, la región donde su ubican estas provincias, estuvo colonizada por los antiguos griegos durante mas de 300 años antes de que llegaran los romanos, que también usaban métodos similares a ellos para elaborar el pan. Hoy es un bocado muy popular en Italia, pero en Madrid prácticamente lo desconocíamos hasta la apertura de Puccia, un pequeño local en Chueca, cuya misión es que nos enamoremos de estos sándwiches que aquí adquieren la categoría de gourmet.
Saludables, con ingredientes naturales, de calidad y con pan artesanal. Porque si algo caracteriza estos apetecibles bocados es el envoltorio que las completa: se trata de un panecillo cocinado a partir de una masa madre que ellos mismos elaboran siguiendo la receta italiana tradicional. Emplean harina de la mejor calidad —para evitar que la masa no pierda elasticidad en ningún momento— y agua remineralizada, ya que cuentan con su propio sistema de filtrado a base de rayos ultravioleta e ionización para sacar el máximo potencial a sus propiedades.
El resultado final son siete recetas que aúnan sabores italianos y de otros rincones del mapa, como la Italiana, con bresaola italiana, salami picante, pechuga de pavo horneado, queso provolone, espinacas y pesto de tomate; la Pastor, con un increíble sabor a México por su relleno de lomo de cerdo adobado al pastor, queso gouda, cebolla caramelizada, piña asada, aderezo cremoso de cilantro y salsa de chipotle ahumado. Encontrarás sabores de nuestra tierra en la Serrana, con jamón serrano, queso mozzarella fresco, rúcula y martajado mediterráneo. También ofrecen una vegetariana y la posibilidad de crear tu propia puccia eligiendo dos tipos de carne, dos de queso, cinco de verduras y dos aderezos. También puedes acompañar tu puccia con alguno de los sabores de Wostok, los refrescos naturales (y con embotellado cool) que tienen en el local: con altas dosis de fruta, sin azúcar refinado y con combinaciones tan apetecibles como el de dátil y granada o el de ciruela y cardamomo.
Y si eres de los que no sabe cerrar una comida sin postre, prepárate para las tres combinaciones de puccias dulces que tienen: S’More, con chocolate, nube y crumble; la Apple Crumble, con manzana al horno, caramelo y crumble y la PByJ, con crema de cacahuete y mermelada.
Así que si estás por Chueca, ya sabes que puedes saborear Italia con un bocado que, según nos han chivado en el local, es más antiguo que la pizza.