*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***
Entrar en El Afilador y sentarse, por ejemplo, en una de las butacas altas que acaban de rescatar de un salón recreativo de los años 80 recién clausurado, es querer quedarse, o peor, querer llevárselo todo a casa para reproducir alguno de los rincones que fabrica esta tienda de muebles con historia. Y es que algo tienen estos muebles que han visto tantas cosas, además del brillo y los colores que con mucho mimo les dan Cristina Domínguez y Antonio F. Cruces. Ellos no se dedicaban profesionalmente a la restauración, Cristina es actriz y Antonio viene del mundo del marketing, pero ya les gustaba salvar muebles antiguos de la calle y darles una nueva vida antes de liarse la manta a la cabeza, formarse, y encontrar el lugar perfecto para abrir su tienda en Lavapiés.
La mayoría de las piezas que pueblan estos rincones los encuentran en la calle o en la basura, otras veces son donaciones (locales que cierran, casas que se desmantelan para venderse) y, en contadas ocasiones, compras en mercadillos, porque su política es mantener precios económicos para que el buen gusto, el diseño, y sobre todo, la posibilidad de tener una pieza única, esté al alcance de todos los bolsillos. Si quieres estar al día de lo que van recuperando puedes seguirlos en Instagram y en Facebook.
Rara vez podemos ver a Cristina y Antonio desde el escaparate. Normalmente al menos uno de los dos está en el taller que han montado en la parte posterior de la tienda atendiendo alguno de los encargos de los vecinos. Retapizar una silla, lijar y pintar un mueble, o incluso encargos tan especiales como limpiar y barnizar un antiguo pianito de madera, traído de Tánger por la madre de una clienta cuando era niña. Si tienes un mueble antiguo en casa y quieres revitalizarlo, restaurarlo o darle un aire nuevo no puedes dejarlo en mejores manos.
Por muy poco dinero en El Afilador embellecen tus antiguos muebles o te venden alguna de las joyas que encuentran y restauran para que te lleves a casa una pieza única y original, con estilo y sobre todo con historia. Ellos no cobran la pieza, sólo la mano de obra y los materiales, y lo hacen con tanta dedicación que les cuesta desprenderse de ellos. Aunque no les va a quedar más remedio que acostumbrarse, es difícil que aguanten una semana en el escaparate.
Por ejemplo, una silla restaurada entre 50 y 200 euros
De 10.30 a 14.00 y de 17.00 a 20.30. Sábados de 11.30 a 15.00 y de 17.00 a 20.30. (Domingos y lunes por la mañana, cerrado)
Tirso de Molina
622 43 29 11