¿Qué puede explicar que una obra de teatro permanezca en cartelera durante 30 años ininterrumpidos? Sabemos que es imprescindible para ello tener un buen guión y un excelente reparto, pero la novedad de La mujer de negro respecto a otros montajes es que incorpora un nuevo ingrediente, que los espectadores no habían sentido hasta ahora, el miedo. Estrenada en 1987 en el West End londinense, la adaptación teatral del relato escrito por Susan Hill es una historia de terror clásica, con fantasmas, casa encantada, cementerio, una misteriosa mujer de negro, su niño muerto… elementos de sobra conocidos por todos pero que, una vez más, hacen al público estremecerse en sus butacas.
Solo La Ratonera de Agatha Christie logra superar a La Mujer de Negro en número de representaciones, con más de 10 millones de espectadores y versiones en unos 40 países. A Madrid llega bajo la dirección de Rebeca Valls y dos actores de nivel, Diego Braguinsky y Jordi Ballester.
La obra cuenta la historia de Arthur Kipps, abogado de mediana edad que alquila un teatro y contrata a un actor profesional para que le ayude a contar un suceso fantasmagórico que le sucedió a él y a su familia y que nunca pudo revelar. Con la ayuda del actor, los decorados adecuados y la imaginación lo fantasmagórico se hace real, consiguiendo que los espectadores vivan una experiencia única.
Tenéis hasta el 11 de agosto para ver este montaje en el Teatro Fígaro. Accede a la web de Grupo Smedia para adquirir tus entradas desde 14,50€.