¡Qué bien entra un ramen calentito en pleno invierno! Pero, ¿qué hacemos en verano? ¿Dejamos de tomar uno de nuestros platos orientales favoritos? Nada de eso: podemos acercarnos a Ninja Ramen para seguir disfrutando de esta sopa de fideos japonesa aunque en una nueva versión veraniega, con sus habituales noodles caseros, carne de cerdo asado (char siu) verduras (lombarda, pepino, zanahoria, nabos amarillos) y un caldo frío de soja con sésamo. Un plato ligero, fresco y, como todos los ramen, muy sabroso con el que seguir degustando los sabores más tradicionales de Japón.
Aunque este no es el único plato que esta izakaya malasañera incorpora a su carta de cara a los meses de verano. En su carta vamos a encontrar nuevas piezas de sushi, como el Urumaki vegetal (relleno de filadelfia, aguacate, pepino y nabo), el Maki de pato, con cebollino y salsa teriyaki, y el Ebi Maki de cangrejo en tempura, salsa japonesa y topping de tobiko. A estos hay que sumar el Katsu Curry Don, un bowl de arroz con cremosa salsa de curry casero y carne de cerdo empanada, y los ya clásicos platos de fideos salteados con gambas y verduras que se sirven en dos modalidades: con fideos pasta de trigo (Yaki Soba) o de arroz, más gruesos (Yaki Udon).
Para completar el menú, muy recomendables -como siempre- sus gyozas rellenas de pollo y especias, sus estimulantes baos, como el Crunchy Crab con cangrejo tempurizado y mostaza japonesa, y su okonomiyaki (tortillas japonesas) de gambas y pulpo, uno de esos platos que explican que Ninja Ramen se haya convertido en lugar de peregrinación para los que buscan los sabores más auténticos de Japón. Su política de precios moderados juega también a su favor.