Ikigai Flor Baja es uno de esos japoneses que ha sabido construir una identidad propia. Allí conocimos hace ya siete años a Yong Wu Nagahira, ahora también al frente de Ikigai Velázquez, un chef que practica una cocina personal y única, que combina técnica japonesa con influencias de la cocina francesa y española. Su estilo y la cercanía que proporciona este espacio informal son dos de las claves del apoyo incondicional de los amantes de la cocina asiática a este primer Ikigai donde parece no pasar el tiempo.

Pero sí, sí que ha pasado. Los que conocemos Ikigai Flor Baja desde sus comienzos podemos comprobar cómo ha madurado y evolucionado la propuesta del chef parisino (aunque de origen japonés y chino) que nos ganó desde el primer minuto con sus creativos y sorprendentes nigiris. Nigiris que cambian periódicamente para incorporar productos de temporada o incorporar otros nuevos que, hasta la fecha, no habríamos relacionado con este bocado.

Así que con la llegada del verano su carta se ha renovado con nuevos nigiris como el de gamba blanca al ajillo con su cabeza; el nigiri de pargo, leche de tigre y puré de boniato; o el nigiri de fideos de calamar satay balinés, shiso y lima. En el apartado temakis también encontramos novedades, en concreto, un temaki de toro picado con mojo picón de yuzu que es una auténtica maravilla.

A estos se suman, el hiyashi, un plato japonés con fideos de ramen enfriados con diferentes ingredientes, al que Yong da su toque personal con aguachile de yuzu y jalapeños, langostinos al wok y mejillones en salsa americana. Y un apetecible baocata, un sándwich de pollo frito, en este caso al estilo japonés con pollo karaage, salsa dakgangjeong, tzatziki, pepino y cogollo de roble.

El precio medio de la carta, en el que permanecen inamovibles sus clásicos como el Gunkan de whiski japonés con huevas de salmón y yema de codorniz, o el Nigiri de toro con grasa waguy y caviar, está en torno a los 70€ pp. El menú Omakase (7 platillos, 10 niguiris, 1 tamaki y 2 postres) el precio asciende a 90€ pp.