¿Pensabas que, una vez pasado el Día de Reyes, no quedaban más fiestas en el calendario de enero? Pues no es así. El 16 de enero celebramos, con todos los honores que se merece, el Día de la Croqueta. No hay bar de tapas en Madrid, ni barra que presuma de castiza, que no incluya este popular bocado en su carta; por algo es el rey del aperitivo.
Como cada vez que se aproxima esta fecha se lanzan nuevos rankings y rutas de croquetas en Madrid, este 2024 en Madrid Diferente hemos querido desmarcarnos de la habitual y recomendaros una croqueta diferente a las clásicas, pero que igualmente os va a conquistar por su sabor y textura. Hablamos de la Croqueta de coco y boniato asado de La Nobia (Calle Salitre, 45), la taberna de Lavapiés donde lo cañí y la vanguardia se dan la mano. Ya os hablamos de este bar-restaurante poco después de su inauguración, y en más de una ocasión nos hemos referido a él como «nuestro favorito para comer en Lavapiés».
¿Qué es lo que hace tan especial la croqueta de La Nobia? En primer lugar, su bechamel se elabora con leche de coco, que se mezcla con boniato para conseguir un sabor algo dulce, suave y muy, muy sabroso. Si a ello le añadimos un rebozado perfecto, crujientito y muy fino, tenemos una croqueta de pódium. Podemos pedirla bien como tapa, para tomar en barra, o bien en ración para compartir al centro de la mesa; no hay un número establecido de unidades, los comensales decidimos cuántas incluirá el plato.
Las croquetas se venden por unidades (2€ cada una) y, si os animáis a seguir pidiendo, os aconsejamos acompañarla de otros platos de la casa como la Oreja Crujiente, con parmentier y salsa brava, el plato estrella de esta irreverente taberna. También podéis pedirla en ración (14€) o en tamaño tapa (8€), pero te avisamos de que es bastante generosa e incluso la tapa es perfecta para compartir. Si quieres comprobar qué bien dominan en la cocina de La Nobia las recetas de origen asiático, te aconsejamos pedir su versión de las gambas en gabardina, que lleva wantán -en lugar del rebozado tradicional- y una cremosa salsa de mango y miso. Está pensada para comérsela de un bocado, envuelta en una hoja de shiso, ¡es espectacular!
Los viajes que el chef de la casa, Juan Rioja, ha realizado por medio mundo aprendiendo los mejores secretos de la gastronomía europea y asiática explican los acertados toques internacionales de La Nobia. Un lugar que no nos cansaremos de recomendar por lo bien que se come, sus ajustados precios (política que también parece estar desapareciendo en Lavapiés) y sus extraordinarias croquetas.
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