Es muy probable que, al igual que nosotros, utilicéis diariamente el Metro de Madrid para moveros por la capital y llegar a tiempo a vuestros compromisos laborales o sociales. Y es que, aunque tenga algunas limitaciones, se trata de un transporte rápido, económico y en constante evolución. Pero, ¿alguna vez os habéis imaginado cómo funcionaba el metro hace un siglo? La Nave de Motores de Pacífico (Valderribas, 49) es un lugar clave para descubrir la respuesta a esta pregunta, pues allí era donde se generaba la energía eléctrica para impulsar los coches de metro en la primera mitad del siglo XX.
Todo empieza en el año 1919, cuando el rey Alfonso XII inauguró la primera línea del Metro de Madrid. Sin embargo, por aquella época la Compañía Eléctrica Madrileña no garantizaba un suministro continuo, haciendo que el servicio sufriera cortes frecuentemente. Es por esta razón que en 1922 se le encargó al arquitecto Antonio Palacios diseñar una gran nave destinada a albergar la que sería entonces la central eléctrica más potente de España.
Ubicada a medio camino entre las estaciones de Pacífico y Conde de Casal -una zona que en aquellos años se encontraba a las afueras de la ciudad-, la sala que forma parte de la red de Museos de Metro Madrid conserva su aspecto original tanto en el interior como en el exterior. Tras pasar las puertas del edificio se pueden observar tres grandes motores diésel de 1500 c.v. cada uno adquiridos en Alemania y el resto de maquinaria (alternadores, transformadores, etc) que sirvieron para generar y transformar la energía con la que funcionaban los trenes. Además, en la parte superior de la nave podremos descubrir los cuadros de distribución, las mesas de los operarios de control y algunos paneles con herramientas para ajuste de los motores.
Pero la Nave de Motores no solo fue una parte fundamental de la historia del transporte urbano, también de la ciudad de Madrid. Y es que durante la Guerra Civil Española este espacio fue el encargado de generar energía eléctrica para toda la capital. Sin embargo, una vez finalizada la Guerra, y pudiendo el resto de compañías dar el abastecimiento suficiente, esta central comienza a perder importancia. Dejó en funcionar a principio de los años 50, siendo definitivamente clausurada en el año 1972.
Hasta que en 2005 el Ayuntamiento de Madrid y Metro Madrid acordaron la creación de la red de museos ‘Andén 0’, que contaría con dos sedes principales: la antigua estación de Chamberí y la Nave de Motores de Pacífico. Para ello, se procedió a restaurar ambos espacios y hacerlos accesibles al público. Este proyecto, que llevó a cabo el arquitecto Carlos Puente, finalizó en 2008, momento desde el cuál el público puede visitar la estación y la nave de forma gratuita.
Los horarios de visitas a la Nave son los viernes de 16 a 20h; los sábados de 10 a 14h y de 16 a 20h; y los domingos de 10 a 14h. Existe la posibilidad de hacer tanto una visita por libre como guiada. Eso sí, para realizar ambas es necesario hacer una reserva previa a través de su página web.
Ver esta publicación en Instagram