De terrazas y cócteles
En cuanto la temperatura la permite, los madrileños queremos terrazas. Pequeños oasis urbanos que permitan guarecernos del frenético ritmo de la ciudad. Si además se ubican en lugares exclusivos y ofrecen vistas panorámicas -aunque sea a los tejadillos del centro-, mucho mejor. Por suerte, la lista de terrazas crece cada año, y de forma notable este 2014, como puedes ver a continuación. Hacemos un repaso por las nuevas terrazas de la capital a través de sus barras, indicándote qué debes pedir en cada una de ellas.
‘THE BALCONY’, EN EL HOTEL INNSIDE MADRID SUECIA
Sin lugar a dudas, la sorpresa de este verano. Abrió de forma discreta, sin apenas hacer ruido, pero poco ha durado su anonimato, gracias sobre todo a las increíbles fiestas que allí tienen lugar los fines de semana. De hecho, muchos de sus ‘descubridores’ son público de la azotea del Círculo de Bellas Artes, edificio contiguo al hotel Suecia, que ‘saltan’ hasta allí tras divisar su pool deck (11,5 metros de largo y uno de profundidad) y las animadas sesiones de DJs que programa de jueves a domingo (de 16 a 23h).
Consta de dos alturas: arriba, barra móvil y sofás; abajo, la barra principal, la piscina (sí, todo el que lo desee se puede poner en remojo) y una zona con veladores, sillones y sofás para disfrutar de las impagables vistas y las puestas de sol. ¿El mejor día para ir? El domingo, cuando celebra la fiesta ‘Kanaloa‘, una sesión de inspiración hawaiana amenizada con música retro (mambo, cha-cha-chá, swing, latín jazz). Y para beber, un ave del paraíso: combinado tropical con ginebra, lima, sirope de fresa, azahar, clara de huevo y soda. Uno de los cuatro tiki-cócteles que prepara tras la barra el mixólogo Ramón Parra. ¡Larga vida!
Dirección: Marqués Casa Riera 4, <M> Banco de España
LA TERRAZA DEL ‘HOTEL ÍNDIGO’
Once pisos separan el ardiente asfalto de la Gran Vía de una de sus terrazas más nuevas y apetecibles, la del Hotel Índigo del grupo Intercontinental Hotels. La terraza está abierta al público desde las 17h pero sólo los clientes pueden sumergirse en su piscina con vistas al skyline del centro de la ciudad. Lo que sí nos está permitido es hacer uso de las tumbonas, que empiezan a llenarse de sunset lookers a última hora de la tarde. Para saborearla, ofrecen una completísima carta de cócteles y destilados de alta gama. Aunque, en esta ocasión, optamos por una recomendación del servicio, todavía fuera de carta: Campari Tonic, una más que resultona versión del gintonic, con ginebra y el Campari de siempre. Y si nos entra el apetito, también es posible pedir alguna pizza, sandwich, ensalada e, incluso, sushi.
Hay sesiones de DJs la noche de los sábados (deep & tech house en Sky Zoo), y hasta bien entrada la noche. De hecho, de las nuevas aperturas es la que más tarde cierra (02h). Como particularidad cuenta pantalla gigante de LED donde se exhiben desde videocreaciones a (cuando no queda otra) los grandes eventos deportivos.
Dirección: Silva 6, <M> Callao / Santo Domingo
EL JARDÍN SECRETO DE SALVADOR BACHILLER
El número 37 de Montera, una de las calles más bulliciosas y pintorescas de Madrid, guarda una de las terrazas más apacibles de la capital. Es el Jardín Secreto de la nueva tienda de la firma Salvador Bachiller que también guarda un coqueto salón de té en la tercera planta. A este puedes subir directamente en ascensor y después coger unas escalerillas que te llevan a la terraza. Sorprende por la cantidad de plantas naturales que alberga que, junto al toldo abatible y los pulverizadores de agua, garantizan una temperatura tolerable para los mortales durante todo el día. Tiene horario comercial, de manera que sólo se puede visitar hasta las 21:30h (viernes y sábados, hasta las 22:30h) y, por lo tanto, muestra una oferta en consonancia: helados, horchata, cerveza artesanal, sangría, vino y algunos cócteles (mojito, caipirinha, margarita frozen, piña colada y gin tonic). Y lo que es más reseñable, a precios no prohibitivos.
Aquí todo está cuidado al detalle, y no sólo la decoración: la presentación de sus menús (desayunos y meriendas) es ‘de cuento’, y el trato del servicio excepcional. Lo que triunfa: los tés con propiedades saludables, servidos en copa de balón y con una bola de hielo rellena de fruta. Como ésta tarda en derretirse, tenemos más que suficiente excusa para alargar la tarde hasta que caiga el sol.
Dirección: Montera 37, <M> Gran Vía
‘DISARONNO TERRACE’ EN LA CASA ENCENDIDA
Desde su inauguración en 2002, la azotea de La Casa Encendida sólo podía ser visitada por el público la tarde-noche de los fines de semana, y únicamente en condición de público a algunos de los eventos culturales que desde entonces tienen lugar allí. Pero ha llegado Disaronno para acabar con buena parte de las limitaciones (abre todos los días de la semana, aunque sólo hasta las 22h, hora de cierre del centro) y hacer de ‘la terraza de La Casa’ uno de los espacios de ocio más apetecibles de este verano. Para ello ha contado con el trabajo del diseñador Pablo Limón, que se ha ocupado de crear un espacio funcional y atractivo, válido tanto para comer de manera informal con alguno de sus básicos (tomate confitado con mozzarella, humus con regañas, tabla de mortadela de trufa con parmesano o ensaladilla rusa), como para tomar un cóctel (siempre de la marca patrocinadora) con los amigos mientras disfrutamos de la puesta de sol entre los tejados de Lavapiés.
Hay también helados artesanales, batidos y tartas (cheesecake y tiramisú), y a precios más que sensatos. Pero lo que no puede fallar, bajo ningún concepto, es el cóctel elaborado con el licor italiano y zumo de limón. ¡Cuidado que entra facilísimo!
Dirección: Ronda de Valencia 2, <M> Embajadores / Lavapiés
‘TAXI A MANHATTAN’
Sabíamos que Taxi a Manhattan contaba con una terraza cubierta y climatizada para los que buscan sensaciones estivales durante el invierno. Pero lo que desconocíamos era que llegado el buen tiempo el restaurante contaría también con una enorme terraza en la explanada que le precede, apartada del tráfico y protegida por grandes sombrillas. Un lugar para disfrutar de sus platos y cócteles al aire libre, aunque sin los habituales inconvenientes de la calle. Tranquilidad absoluta, por tanto, y ambiente muy relajado: parejitas, cenas de amigos e incluso alguna reunión familiar. El único ‘pero’ viene condicionado por su ubicación en una zona residencial: no puede contar con música.
Al igual que el restaurante, la terraza mantiene su actividad hasta bien entrada la madrugada, por lo que pasada la hora bruja hace presencia el barman con su barra móvil, y ofrecernos la excusa que necesitábamos para permanecer pegados a nuestra silla: un buen cóctel. Nuestra recomendación, el Checker Taxi, con ginebra, limonccelo, sirope de azúcar, cardamomo y una hojita de menta. Después, solo es cuestión de dejarse llevar.
Dirección: Basílica 16, <M> Nuevos Ministerios
‘WAREHOUSE MADRID’
Hacienda Zorita ha elegido el verano para la presentación de Warehouse Madrid, un espacio que aúna gastronomía y ocio en torno a la cultura del vino, en la estela de los que el grupo posee en Londres, Lisboa o Stavenger (Noruega). Se encuentra en la Quinta del Marqués de la Concordia, un palacete del s. XIX con un amplio y tranquilo jardín, en el que no faltan distintos tipos de vid y una fuente-cascada rodeada de tumbonas creadas con palés para los que busquen algo de relax.
La propuesta gastronómica para la terraza mantiene la filosofía del slow food de la casa, de manera que todos los platos se preparan con productos de la Hacienda Zorita Organic Farm, en el Valle del Duero. En la carta, opciones para todos los gustos y bolsillos, con un especial peso de las ensaladas, ibéricos de bellota, quesos (tabla de quesos de leche cruda de oveja = felicidad), pizzas y tostas. Como es de imaginar, ofrecen una encomiable oferta de vinos y copas premium, aunque tras las cenas nos sugieren reemplazar el vino por una copa del cava de la casa: catalán, rosado, Marques de Monistrol.
Dirección: Lagasca 148, <M> Avenida de América / Gregorio Marañón
*Warehouse Madrid permanecerá cerrado del 1 al 31 de agosto, volviendo a abrir sus puertas el 1 de septiembre.
LA TERRAZA URBANA DE OTTO
Además de una sala deslumbrante, repartida en diferentes y elegantes espacios, Otto cuenta con una estimable terraza urbana en la porción de mediana de la Castellana que coincide con su fachada. Una extensión, convenientemente cercada con listones de madera, y dividida en tres áreas: una con mesas cuadradas, que ejerce de restaurante; otra, con sofás y mesitas bajas para parejas y reuniones de grupo; y una última con veladores y taburetes altos destinada al copeteo propiamente dicho. Así acoge a todo tipo de público, desde los que buscan picoteo rápido (todas las noches, junto a la barra, se instala un cortador de jamón), a platos más elaborados, que disponen de la misma carta del restaurante, basada en productos y platos de inspiración mediterránea. Y cómo no, los que vienen directamente a tomar una copa, a ver y dejarse ver, que estamos en verano, oiga.
Oscar del Pino es el responsable de lo que se bebe en Otto. Un profesional avezado en el mundo del destilado que ha diseñado una irresistible carta con los cócteles de toda la vida a los que le ha dado ‘otto’ toque, más personal. ¿La mejor prueba? Su Mezcal Rouge, con arándanos, frambuesa, albahaca, zumo de lima y mezcal. Otra opción, nada desdeñable, es decantarse por el Moet Ice, una versión frappé de codiciado champagne -por el momento- solo accesible en este punto de la Castellana.
Dirección: Paseo de la Castellana 8, <M> Colón
*fotos: Alfonso Ondarroa
