Si hay un emblema que la gastronomía mexicana que ha sido capaz de exportar con éxito al resto del mundo, éso son los tacos y las margaritas.; y es que la combinación de ambos es siempre ganadora. Así lo han visto (con mucho acierto) los chicos de Taller Margarita, una coctelería con taquería/foodtruck y buena música, ubicada en pleno Barrio de las Letras, concretamente en la calle Manuel Fernández y González.
El barrio de las Letras necesitaba esto: un local en el que organizar tus copas con amigos y darlo absolutamente todo desde el miércoles hasta el domingo. Taller Margarita, muy cerca de la Plaza de Santa Ana, is the place. En un espacio diáfano y de aspecto industrial encontramos toda una fiesta para los sentidos. Una barra en la que se preparan cócteles -especialmente margaritas- nos recibe y se extiende prácticamente a lo largo de todo el local y termina en el foodtruck ya citado que, como si de un puesto de comida callejera del D.F se tratase, sirve órdenes de tacos, nachos y quesadillas a un ritmo frenético. Para una comida informal pero rica como ésta, tenemos dos alternativas: o tomárnosla acodados a lo largo de la barra mientras degustamos, además, un buen margarita; o, si lo preferimos, sentarnos en alguna de las mesas bajas que se disponen al fondo del local cuyo aspecto -no lo hemos mencionado aún- quiere asemejarse al de un taller, como no podía ser de otra forma.
Al final del local, justo al lado de la zona de mesas y de uno de los neones más especiales que puedes encontrar en la ciudad -te hablaremos de él más adelante-, encontramos un camión de rollo setentero convertido ahora en cabina de dj que pincha electrónica, house y soulful. Lleva el nombre de Habanero escrito es su parte frontal, una denominación que hace referencia a esta variedad de pimiento mexicano que se caracteriza por ser uno de los más potentes y picantes que se pueden encontrar en el mundo. A partir de ahí nos podemos imaginar que todo lo que sale de aquí es una auténtica explosión de sensaciones.
BRINDIS CON ACENTO MEX
A una decoración muy mexicana -murales de catrinas y guirnaldas de papel picado entre otros detalles- hay que sumar, además, una carta que mira de frente y sin vueltas al país latinoamericano. Nos damos cuenta de ello al observar que todos los cócteles que están dentro de su carta se hacen a partir de tequila o mezcal, dos de los referentes mexicanos cuando hablamos de destilados. Así, y haciendo honor a su nombre, cuenta con nueve tipos de Margaritas, que van desde el clásico hasta otros elaborados con frutas como la fresa, por ejemplo.
También elaborado con tequila, en este local de moda no faltan las Palomas, cócteles de tequila acompañados de zumo de pomelo rosa, un combinado muy habitual en el país. Dentro de su selección de bebidas también existen unos cuantos hechos con mezcal, destilado que también procede del ágave pero que tiene un sabor muy diferente al del tequila. Destaca el Mezcal Mule, que llega a la mesa con una curiosa preparación: el vaso va montado en un burro y el sabor a mezcal es inconfundible. Dejando a un lado los destilados, la variedad de cervezas es grande y con ellas preparan micheladas, el famoso mix made in mex de cerveza con jugos, salsas y especias.
En lo que a comida se refiere, los tacos centran prácticamente toda su oferta gastro, con una variedad propia del país azteca. Tacos al Pastor, Cochinita pibil, Tinga de pollo, Oreja o Pollo barbacoa picantón, por ejemplo. Todos ellos se sirven de forma individual o en órdenes de cuatro y, por supuesto, se preparan en el momento sobre unas tortillas de maíz bien apetecibles. Tampoco faltan en este foodtruck las Quesadillas, las sincronizadas o los Nachos, que salen en cantidad abundantísima y con bien de guacamole y crema agria, algo a lo que es imposible decir que no. Y es que en este taller se arreglan las noches a base de sabrosos platillos y tragos bien chidos.
EL IMPRESCINDIBLE es que pruebes alguno de sus tacos (el de Cochinita pibil está espectacular) y los acompañes de una ración de Nachos con queso y jalapeños. Y de un Margarita, por supuesto.
FÍJATE EN… las luces de neón que decoran el espacio y en las que se pueden leer frases ya míticas como ‘Si saben cómo me pongo pa’ qué me invitan’. ¿Vas a aguantar las ganas de sacarte la foto aquí?