‘Viva Madrid’, alta coctelería y tapas en un local histórico
La cosa empieza fuerte si decimos que las paredes de Viva Madrid fueron testigos de la apasionada relación entre Dominguín y Ava Gardner en un verano a mediados de los 50. Un romance del celuloide que solo supone una etapa en la evolución de este centenario local. También fue escenario de algunas de las primeras incursiones de Almodóvar en la gran pantalla durante los años de la Movida. Y así, sumando historia desde 1856, el bar se convirtió en ese establecimiento perenne del Barrio de las Letras que ha visto pasar el tiempo sin apenas arrugarse. Allí se cobijaron los personajes más célebres y se vivieron las noches más sórdidas. Allí, aquí, Twist de Naranja – el grupo hostelero formado por Diego Cabrera, Ricardo García y Gustavo Dipascuale- pone el punto y aparte y marca el inicio de una nueva época. Ahora Viva Madrid habla de alta coctelería y sabe a tapas castizas sin perder ni un ápice de ese encanto de antaño.
PURA HISTORIA, PURO MADRID
Tan solo ha hecho falta un poco de agua y jabón para sacarle brillo a los llamativos azulejos que envuelven la fachada de esta taberna inusual de la calle Manuel Fernández y González. Ese ha sido el comienzo de un proceso que ha conseguido darle esplendor a un negocio que, por su solera, ya tenía varios puntos ganados. De la remodelación interior se ha encargado el prestigioso Lázaro Rosa- Violán, que ha conseguido mantener su aura castiza pero también otorgarle matices de las pulperías argentinas, marcando el origen de Cabrera. Así, llaman la atención, en primer lugar, los azulejos castizos que envuelven todo el local y cuando accedemos al espacio principal, no podemos evitar mirar hacia arriba y quedarnos prendados del artesonado de madera del techo datado en el siglo XIX. Sin embargo, aquí también hay elementos nuevos que se integran perfectamente en la estética. Ejemplo de ellos son la barra de zinc -que emula la auténtica- o el vitrina tras la barra, una reliquia londinense que Rosa-Violán ha sabido incorporar con sabiduría.
Esta primera estancia cuenta con unas cuantas mesas altas, además de la barra, perfectas para degustar las tapas y los vermús de Viva Madrid. Una degustación que también se puede realizar en su pequeña pero bien situada terraza en la entrada del local. En la segunda planta del espacio, al subir unas escaleras, se encuentra una segunda barra que invita a disfrutar en sus sillones o sofás de algunas de las preparaciones del equipo de Cabrera. No olvidemos, por cierto, que el afamado barman argentino sabe dónde está y se mueve como pez en el agua en esta zona de Madrid. Su Salmón Gurú está a solo unos metros de aquí y se ensalza como referente para quienes disfrutan de un buen cóctel.
RECUPERAR EL MOMENTO APERITIVO
Una de las intenciones del barman es que Viva Madrid sea un lugar en el que disfrutar de las versiones premium de los cócteles más clásicos. Por eso, cobran especial importancia cócteles como la Media combinación, con base de ginebra, vermut y bitter de Angostura, uno de los reyes del momento aperitivo en Madrid y que con los años parecía haber perdido la costumbre de otros tiempos. A esta receta clásica, se incorporan dos más que aunque cumplen esa misma función de potenciar el momento del aperitivo, se renuevan. Son la Media combinación cubana, con hojas de menta y toque de curaçao y la Media combinación blanca, con sirope de piña y bitter de naranja. La Gilda que sirven aquí es el maridaje perfecto para cualquiera de estas tres bebidas, una combinación que conquistará a los amantes de los encurtidos.
Abriendo boca con este clásico piscolabis, merece la pena que nos detengamos en una carta de tapeo que ha sido diseñada por Estanis Carenzo y Pablo Giúdice, artífices del icónico Sudestada. En ella, se encuentra el maridaje más acertado para los cócteles que preparan Diego Cabrera y su equipo. Una propuesta gastro que ofrece raciones de siempre, preparadas con producto de temporada y un toque inusual, como les gusta definir a la propia taberna. Entre sus hits, están las Croquetas melosas de carrillera con mucha carne, de sabor intenso y rebozado suave y, otro imprescindible para quien disfrute del momento vermú: la Ensaladilla Rusa, de diez. En este recorrido por los grandes clásicos de las barras de España no faltan los Calamares, con una salsa que invita a mojar (y remojar).
La cara B de Viva Madrid, la planta superior del espacio, habla sin embargo de un ambiente más nocturno que invita a degustar otro tipo de cócteles. Aquí, por ejemplo, se recuperan recetas antiguas como el Ramos Gin Fizz, con ginebra, zumo de limón, nata líquida, agua de azahar, soda y sirope de vainilla; el Brooklyn, un combinado con whisky, vermut blanco, Amer Picon y marrasquino; o el Porn Star Martini, a base de vodka, Passoa, lima y champagne. Y así, con un equipazo al que da gusto ver trabajar y en un local cuya piel destila historias, uno se reencuentra con la mejor versión de esta ciudad… ¡Y que viva Madrid!
EL IMPRESCINDIBLE es una media combinación clásica junto a una Ensaladilla rusa en un domingo soleado.
FÍJATE EN…La planta de arriba, la coctelería como tal, encierra unos cuantos tesoros. Por un lado, una vitrina acristalada nos va mostrando verdaderas reliquias relacionadas con el mundo de la coctelería que Cabrera ha ido recuperando de mercadillos alrededor del mundo. Por otro, fíjate en el gramófono que descansa a un lado de la barra, que está en funcionamiento y pincha discos de pizarra.
* Fotos: Paco Montanet
